'La madre lo zamarreaba y lo golpeaba, hasta con el puño cerrado le pegó una vez.. le hacía lo mismo a los otros niños. Y el hermano de ella pudo abusarlo, se lo llevaba todo el tiempo, hasta para comprar marihuana se lo llevaba. Yo no lo hice, era mi hijo, el que hizo algo así no merece estar vivo'. Seguro en sus dichos, Exequiel Contreras (31) no dudó en señalar con nombre y apellido a las personas que -según sospecha- pudieron haber cometido las atrocidades que obligaron a llevar a su hijo de 4 años al hospital Rawson alrededor del mediodía del 9 de diciembre de 2019. Y que terminaron con sus días por un infarto masivo de cerebro el 23 de enero de 2020.

Los dichos del joven, cargados de polémica, se produjeron en el inicio del juicio en su contra en la Sala II de la Cámara Penal, ante los jueces Silvina Rosso de Balanza, Juan Bautista Bueno y Maximiliano Blejman.

Complicado. Exequiel Contreras negó haber violado y causado la muerte de su hijo. Apuntó contra la madre del niño y un hermano de esa mujer.

Abuso sexual con acceso carnal agravado y homicidio agravado, son los delitos que le prometen perpetua a ese joven desocupado, que ayer no tuvo problemas en asegurar que consumía cocaína, marihuana y pastillas junto con la madre del niño, pero que jamás lo golpeó ni a él ni a los dos hijos mayores de su ahora expareja.

La sospecha de la Fiscalía (en el juicio ejercida por Daniel Galvani) y la Parte Querellante (María Noriega) es que los ataques sexuales contra el niño ocurrieron entre las 6 y las 9 de la mañana del 9 de aquel diciembre. Y que el niño fue zamarreado para que dejara de llorar. Durante ese tiempo, la madre se había ausentado de la casa que compartían en Chimbas para ir al médico con los otros tres chicos. Al volver -dijo- notó que su hijo se había defecado y no quería hacer otra cosa más que dormir. También aseguró que Contreras le sugirió decir que mientras lo limpiaba en la ducha del baño, el niño resbaló y se golpeó la cabeza.

De izquierda a derecha, María Noriega (Parte Querellante), el fiscal Daniel Galvani y el defensor oficial Marcelo Salinas.

'Eso no es así. Cuando yo me fui a ayudarle a planchar a mi mamá, Exequiel estaba bien. No sé por qué sólo se fijan en las tres horas que estuve solo con él ¿y las otras horas? Sé que para todos ellos (la familia de su expareja) el culpable soy yo, pero ellos son cómplices de lo que le pasó a mi hijo, algo esconden', disparó el joven ante el tribunal, que ayer decidió postergar para hoy la continuación del debate oral y público, por problemas de sonido en la conexión con el detenido desde la cárcel de Chimbas.

Asistido por el defensor oficial Marcelo Salinas, Contreras intenta demostrar la teoría más complicada: su presunta inocencia, algo que, por ahora, está en jaque.