La chica de 14 años confirmó ayer en Cámara Gessell que, alentada por su tía de 32 años y porque necesitaba dinero, se prostituyó al menos cuatro veces entre agosto y diciembre pasados con el exfutbolista, exfuncionario y comerciante Roberto "Fido" Galván, quien la buscaba por el comercio de su pariente y la llevaba a hoteles alojamiento. Además precisó que por esos encuentros recibió al menos $30.000, tal como anticipó este diario. También dijo que a fines de enero tuvo al menos un encuentro sexual con el empresario Carlos Hugo Cassab (73) en el departamento de su tía, dijeron fuentes judiciales. Ambos sospechosos -según los voceros- le prometían regalos para su cumpleaños de 15.

Los dichos de la menor se produjeron ante una psicóloga del ANIVI, con la presencia del juez subrogante Andrés Avelín, la fiscal Valentina Bucchiarelli y los abogados defensores, Franco Montes, Marcelo Fernández (asisten a Cassab), César Jofré y Fernando Bonomo (Galván) y Leonardo Villalba (defiende a la tía). Y sirvieron a priori (falta conocer el informe final de la psicóloga) para complicar la situación de los tres sospechosos, detenidos el jueves de la semana pasada: ella por facilitar el comercio sexual de su sobrina; los hombres por aprovecharse de la inmadurez sexual de la víctima, aunque la calificación delictiva puede variar y agravarse según lo evalúe fiscalía.

La de ayer fue una jornada negativa para la defensa de Cassab y la de la tía de la menor, con prisión preventiva por 15 días desde el domingo pasado. Los defensores del empresario pretendían que no sea trasladado a enfermería del Penal de Chimbas (eso pedía Fiscalía) y que se contemple su situación de enfermo de EPOC y con secuelas de ACV (entre otras afecciones) y se lo monitoree con una pulsera electrónica. También pidieron el cese de su prisión preventiva, pero el juez subrogante Andrés Avelín (Matías Parrón decidió apartarse, pero esa decisión debe revisarla otro juez) rechazó esas solicitudes en base a otros informes médicos, aunque no mandó a la cárcel a Cassab y lo pasó del hospital Marcial Quiroga a la Central de Policía.

El juez también rechazó que la mujer pase al ex Hospital Mental de Zonda o al área de Psiquiatría del Marcial Quiroga, tal como pedía su defensa por considerar que puede autoagredirse y hasta intentar matarse a causa de los numerosos transtornos que padece desde los 17 años, como la percepción distorsionada de su cuerpo, las secuelas a causa del consumo de alcohol y drogas o su trastorno de bipolaridad, lo cual obliga a tenerla medicada, cosa que no ocurrió en la comisaría 28va. (donde seguirá presa), según Villalba.

El caso había estallado la semana pasada, luego de que la madre de la niña supiera que era prostituida y que su hermana facilitaba el comercio sexual de su hija. Puso la denuncia cuando la propia chica le confirmó que era así. Y desde entonces se motorizó una investigación que concluyó con la detención de los tres sospechosos y el secuestro de sus teléfonos y otros soportes informáticos que, suponen, podrían no sólo confirmar los dichos de la menor sino también arrojar evidencia sobre otros posibles implicados.