Los investigadores cercaron todo el lugar en busca de los miembros mutilados

Entre las malezas de un baldío de Callejón Blanco y calle Muñóz, en Chimbas, estaba el cuerpo tirado y a la vista claramente mutilado. A varias horas del hallazgo, no saben quién es, también una fuente policial reveló a DIARIO DE CUYO que no hay denuncias mujeres perdidas por lo que no hay indicios firmes. Le desfiguraron el rostro, le arrancaron los brazos, por lo que identificarla con estricta precisión será sólo con un ADN.

De acuerdo a información que surge de la investigación, el cuerpo no llevaría mucho más de 48 horas sin vida. Estaba boca abajo, con un pantalón de color negro bajo, a la altura de sus rodillas. La ropa interior estaba en su lugar, y a la espera de lo que arroje la autopsia, se alimenta la teoría de un ataque sexual previo, dijo una fuente a este diario.

Sospechan que la mataron en otro lugar y la arrojaron en ese baldío, aunque una maceta al lado del cuerpo ensangrentada hace dudar a los investigadores si la macabra faena no fue ejecutada en ese mismo sitio donde se halló el cuerpo

Los dos brazos cortados, pero no saben con qué (cuchillo o una sierra), pero casi que descartan que esa mutilación haya sido obra de un animal, sino que creen que lo hicieron para dilatar la identificación, según dijo en rueda de prensa el jefe de Policía, Luis Martínez.

Al rostro se lo desfiguraron, al menos uno de los ojos está arrancado, y le falta la piel y los tejidos de uno de los lados. En el torso, tiene como varios puntazos, compatibles con los de un cuchillo.

El dato que es joven se sustenta en que el médico legista -según dijo Alberto Caballero, prosecretario del Tercer Juzgado de Instrucción- explicó que "la dentadura está impecable" y apuestan a que se trate de una joven en torno a los 20 años.

Sin dar mayores precisiones, dijeron que "es de estatura mediana" y tez trigueña.