Un feligrés del culto mormón, de 41 años, empezará a ser juzgado el próximo lunes en el edificio de Flagrancia, acusado de cometer graves delitos sexuales contra tres hermanitos (dos nenas que tenían 8 y 5 años y un varón de 6) entre agosto de 2014 y abril de 2015. Según la acusación, el sospechoso hacía 13 años que conocía a la madre de los chicos porque habían sido compañeros de secundaria. Y fue tal la confianza que depositó en él la mujer, que no sólo le permitió quedarse en su casa, sino también ponerle su apellido a esos menores, dijeron fuentes judiciales.

Será el juez Raúl José Iglesias quien determinará si (M.C.C.) debe o no ser condenado por manosear al varón y cometer abusos equiparables a violaciones contra las nenas, a quienes se le atribuye también haberlas corrompido sexualmente, principalmente la mayor. Su decisión se conocerá luego de escuchar a los testigos y los alegatos de la fiscal Marcela Torres y la defensora del detenido, Fabiana Salinas, indicaron.

El caso había sido denunciado el 29 de abril de 2015, luego de que la mayor de las nenas le comentara a uno de sus dos hermanos mayores (ya jóvenes) que cuando ese sujeto la fue a buscar a danza en moto, la había manoseado cuando pararon en un semáforo. Y eso no era lo único, pues en Cámara Gesell reveló otros detalles, que incluían la versión de la niña de que había aguantado todo para que no les hiciera lo mismo a sus hermanitos.

En base al testimonio de esos chicos, la investigación reveló un trabajo lento de abordaje del sospechoso. Así, comenzó a leerles pasajes de la Biblia y a inculcarles valores religiosos. También se ocupaba de llevarlos a la escuela para que así la madre de los chicos pudiera trabajar.

Y en una última etapa, esos consejos se hacían de noche, en la cama, bajo las sábanas que ocultaban manoseos y otras prácticas, según el expediente.

Cuatro psicólogas y una psicopedagoga concluyeron que los chicos decían la verdad cuando acusaron a ese hombre. Y fue por eso que un juez ordenó su captura, pero el sospechoso desapareció de la casa luego de ser denunciado.

Recién el 8 de marzo de 2019 fue capturado en Buenos Aires, luego de que llegara a una seccional de la Policía Federal para poner una denuncia.

  • Admite 8 años por violar a su hijastra

Un hombre de 52 años confesó ayer ante el juez de la Sala I de la Cámara Penal, Juan Carlos Caballero Vidal (h), que está dispuesto a recibir 8 años de cárcel por al menos dos violaciones cometidas contra su hijastra entre diciembre de 2018 y enero de 2019, cuando la niña tenía 10 años, dijeron fuentes judiciales.

El juicio abreviado, tal como anticipó este diario, fue firmado por el sospechoso, de apellido Nazara, su defensor Daniel Turón y la fiscal Marcela Torres. Había sido la propia madre de la víctima quien sorprendió en una actitud bastante sospechosa al hombre la noche del 20 de enero del año pasado, cuando todos se bañaban en una pileta en el fondo hasta que en un momento la niña y su pareja desaparecieron y ella lo encontró encima de su hija. En principio, el sujeto trató de atribuir todo a una confusión, pero una psicóloga que entrevistó a la menor concluyó que no mentía y esa prueba fue clave contra el acusado. En los próximos días, el fallo.