Hace un año que Raúl Vergara (45) alquila en el Barrio Victoria Norte, en Pocito. Sin embargo en el último mes la visita nocturna de los delincuentes trastocó su ritmo de vida. "En los últimos días tengo que sacar la batería del auto y tengo que guardar todo lo que queda afuera porque si no me roban", contó ayer. Lo peor ocurrió entre la noche del domingo y la madrugada de ayer, cuando la enésima incursión de los delincuentes le dejó un sabor muy amargo: entraron a la casa tras forzar una ventana de chapa y abrir un agujero entre las rejas, y le robaron dos televisores, una consola de sonido y, lo más importante, los 180.000 pesos que ahorró con su trabajo para poder cambiar su viejo Renault 11.

"Yo salí a las nueve de la noche (del domingo) a dejar a mi novia y volví como a la una de hoy (por ayer) y ahí noté que se habían metido. Me dormí como a las 5 y a eso de las 6 escuché que volvían a tironear la ventana. Ahí les grité que se fueran, que ya me habían robado todo, parece que volvían por más", dijo Raúl.

El ataque de los delincuentes significó un duro golpe para Vergara, que es discapacitado (le falta un brazo) y todos los días sale a vender verduras de manera ambulante para ganarse el sustento e intentar progresar.

Ayer estaba devastado, porque el dinero que le sustrajeron era todo lo que tenía. "Ahora ya no tengo para comprar la mercadería y tampoco me queda para decir me voy a otra parte porque es casi seguro que haga eso. Acá ya no puedo estar. Todas las noches a eso de las once me encerraba, escuchaba los ruidos y les gritaba pero así ya no se puede vivir. Ahora no sé cómo voy a hacer para tratar de recuperarme", aseguró.