Habían terminado de atender a un cliente y ya le abrían la puerta para despedirlo, cuando dos sujetos con gorras y barbijos impidieron que el hombre se fuera y, armas en mano, dejaron en claro a qué iban, cerrando con seguro la puerta de ese local, el "Mini Súper Centenario", en el que funciona un pequeño almacén, una carnicería y una sucursal de "San Juan Servicios". Al cabo de dos minutos, los delincuentes lograron apoderarse de la recaudación de todo el negocio, unos $220.000 y los celulares del dueño y sus empleados. Al cliente no le robaron nada porque, en un descuido, tiró la riñonera que llevaba al piso.

Todo pasó sobre las 21,30 del jueves en ese comercio ubicado en calle Centenario, unos 30 metros al Este de Mendoza, en Chimbas. Fue un golpe sin violencia porque no apuntaron ni golpearon a nadie, pero con algunos cabos sueltos porque los vieron huir en un Peugeot 106 gris en el que buscaron despistar alejándose en una dirección hasta que aparecieron otra vez en el cruce con Mendoza. Fue ahí que el dueño del local, Juan (pidió reserva de su nombre) los identificó y los persiguió por Centenario al Oeste, hasta que desistió cuando vio que se metieron en una zona de barrios conflictivos.

El caso ya es investigado por policías de la seccional 17ma y las brigadas de investigaciones, que analizaban los videos de las cámaras de seguridad del local asaltado en busca de pistas.

"Ahora tendré que cerrar más temprano y atender por una ventana. La verdad que tengo cámaras y alarmas, y no puedo dejar de trabajar. Esto es increíble, es como un impuesto al robo que uno paga y tenés que estar agradecido, porque encima que te roban tenés que agradecer que no te hagan nada o te metan un balazo", dijo ayer, molesto.