Una pareja se quedó con las ganas de comprarse un auto, después de que delincuentes entraron a su casa en Carpintería, Pocito, y se llevaron los 12.000 pesos que tenían ocultos bajo el colchón de una cuna. El dinero lo habían obtenido un rato antes a través de un préstamo bancario y lo iban a utilizar como forma de pago para un coche que tenían en vista.

"Es injusto y duele que en un par de horas vengan unos ladrones y te tiren por el suelo todos tus proyectos y tus ganas de progresar", se lamentaba Roberto Romero (28), a quien por ahora se les fueron las ganas de comprarse un vehículo y está más preocupado por las cuotas de 450 pesos que deberá pagar mensualmente al banco, durante 5 años.

El robo se conoció ayer en la mañana, pero fue denunciado el martes último en horas de la noche. Ese día, Romero había ido al Banco Francés a retirar los 12.000 pesos del préstamo. Lo habían solicitado la semana pasada, después de pensar y hacer cálculos junto a su esposa Daniela Arrieta. Y es que de hace tiempo les andaba rondando la idea de comprarse un auto y entonces decidieron endeudarse para conseguir parte de la plata que necesitaban. Ya casi tenían arreglado el trato por el auto de un vecino de Carpintería, pero con el dinero en la mano querían ver en otro lugares. "Ese día fui temprano a retirar la plata con mi cuñado porque me iba acompañar a ver los precios de otros autos por el centro. Pero dio la casualidad, y la mala suerte, que me llamaron del trabajo para que fuera a abrir el portón de la fábrica porque mi compañero había faltado. Volví a mi casa como a las diez de la mañana, escondí el dinero y me fui al trabajo, pero nunca me imaginé que justo ese día me iban a entrar a robar", relató Roberto. Ellos viven en la calle Bazán Agrás, cerca del barrio Chubut, Carpintería.

El obrero había dejado ocultos los 12.000 pesos debajo del colchón de la cuna de su hija. Como él y su mujer trabajan de mañana, las puertas de su casa quedaron con llave y candados. A las 14, cuando regresaron, encontraron la puerta del fondo destrozada. Adentro estaba todo revuelto y la plata ya no estaba debajo del colchón.

Hay testimonios de vecinos que dicen haber visto a dos jóvenes en bicicleta que anduvieron por la zona. Sospechan que fueron ellos los ladrones. El mismo Romero descarta que lo hayan seguido del banco o que el robo estuviera planeado de antemano. "Nadie sabía que nosotros íbamos a tener esa plata. Para mí que los ladrones se encontraron por casualidad con el dinero', dijo. Esto se refuerza en el hecho de que los desconocidos embalaron una computadora y otras cosas en caja para llevarse, pero después dejaron todo y escaparon sólo con el dinero.