Entró llorando a la Sala II de la Cámara Penal. "Fue una carátula muy fea la que me pusieron", alcanzó a decir, quebrado, antes de conocer que el juez Juan Carlos Peluc Noguera (Sala II, Cámara Penal) adhería al pedido de absolución "lisa y llana" que había formulado el martes la fiscal Marcela Torres, dijeron fuentes judiciales. Instantes después, el camillero del hospital Marcial Quiroga, Gastón Picasso (46), fue liberado de la pulsera electrónica que lo tenía preso en su casa de Rivadavia. Y allí volvió ayer libre, tal como anticipó DIARIO DE CUYO, completamente desligado de una acusación gravísima, que lo tenía preso desde el 30 de mayo de 2018: haber empuñado un arma de fuego en su casa para amenazar a una chica con retraso mental y lograr así que no se resistiera mientras la violaba, en noviembre de 2017. Entonces, la niña tenía 16 años.

El magistrado no sólo adhirió a la solicitud de absolución, también efectuada por el defensor Franco Montes, pues dio su acuerdo al planteo fiscal para que el padre y una hermana de la niña, sean investigados por falso testimonio.

El fallo, es clave para otro acusado por el mismo delito contra esa misma niña en su carnicería de Rivadavia, Jorge Ariel Espinoza. Cayó en mayo de 2018 porque la jovencita lo acusó de someterla en ese comercio, que tuvo que cerrar tras la grave imputación.

El veredicto de ayer le abre una puerta a su posible libertad, porque el informe psicológico que lo complica fue hecho por la misma psicóloga que cuestionó la fiscal y el defensor de Picasso, dijeron. Espinoza negó haber violado a esa niña y su defensor, Maximiliano Páez Delgado, siempre cuestionó la pericia psicológica y testimonio de los parientes de la chica, como ocurrió ahora en el juicio contra Picasso. Ahora, resta su juicio.