El juez Martín Heredia Zaldo ordenó detener a la mujer luego de evaluar la gravedad de las pruebas en su contra por posible corrupción de menores agravada, al torcer el sano sentido del sexo en sus hijos.

El mayor sufre del síndrome de Down con un marcado retraso madurativo, tiene 16 años y presenta una suerte de verrugas que, por ahora, no se sabe si fueron producidas por alguna enfermedad o por haber sufrido un abuso sexual, porque resultó "inviable" entrevistarlo en Cámara Gesell. Su hermanita, de 9 años, ya no es virgen, pero ante los psicólogos nada dijo cómo llegó a ese estado. Ambas situaciones resultaron sospechosas para el juez del caso, Martín Heredia Zaldo (Cuarto Juzgado de Instrucción) a la luz de las revelaciones de otro hermanito, de 14 años, en la entrevista videograbada en el ANIVI: según fuentes policiales y judiciales, ese chico, que a simple vista no presenta lesiones físicas compatibles con un ataque sexual, declaró que dos o tres años atrás, su mamá los llevó al menos durante un año hasta la casa de un vecino, en Rawson, para que ese sujeto los abusara sexualmente.

Por estas primeras evidencias recolectadas, fue que el magistrado ordenó detener a la mujer el jueves pasado. La sospechosa tiene 37 años y a través de un defensor oficial había presentado una eximisión de prisión, que el juez rechazó por las gravedad de los hechos, precisaron los voceros.

"Depravada"

Había sido el padre de los niños quien puso una primera denuncia en mayo pasado, cuando lo citaron de la escuela especial a la que concurre el mayor de sus hijos por las verrugas o "testes" que presentaba. Esa vez se internó al chico por precaución, para determinar si había sufrido una enfermedad de transmisión sexual. Como el resultado de ese estudio dio negativo y el menor no pudo ser entrevistado, el caso siguió investigándose, pero no avanzó.

Sin embargo la semana pasada, otra vez el padre de los niños se presentó en el Primer Juzgado de Instrucción para denunciar las "depravadas" maniobras que, según su hermana, había conocido de boca de los niños sobre los abusos que sufrían, no sólo a manos del vecino sino también a manos de su propia madre.

El supuesto ejecutor de los abusos es un tal González o Gonzalito aún no localizado.

Como el juez Alberto Benito Ortiz supo de la existencia de la primera denuncia en el Cuarto de Instrucción, pasó el caso a ese organismo y allí se avanzó hasta determinar que la madre de los niños puede ser considerada sospechosa de cometer gravísimos delitos, como la corrupción sexual de sus propios hijos, indicaron.

Ahora resta determinar quién es ese vecino. Sería un tal González o Gonzalito, pero los pesquisas policiales fueron hasta la casa donde ocurrieron los hechos y supieron que no vive allí desde hace tiempo.

Buscan determinar quién es para meterlo preso.