Un joven que había quedado internado días atrás en el Hospital Rawson después de ser baleado en una clavícula por el chofer de una camioneta a quien le habían roto de un piedrazo el parabrisas en un corte de calles en Chimbas, murió ayer en la madrugada a raíz de una complicación en su estado de salud, informaron familiares y en la Policía. Por otro lado, el agresor hasta ayer seguía prófugo.

Sergio Mauricio Brizuela tenía 24 años, era el segundo de cuatro hermanos, se ganaba la vida como jornalero y vivía junto a su familia en la manzana I del barrio Villa Paula, en Chimbas. El pasado 8 de enero un grupo de personas había realizado un piquete en el cruce chimbero de ruta 40 y Rodríguez, y muchos automovilistas tuvieron que desviarse por calle Centenario o Necochea para sortear el corte.

Según Paola Silva, pareja de Brizuela, “Sergio no tenía nada que ver con ese corte que habían hecho en la ruta. Es más, estaba con un grupo de personas, mujeres, niños e incluso bebés frente al barrio Los Cardos (cerca de su casa, por Centenario) cuando apareció este tipo y disparó al montón. Lo peor de todo esto es que hasta ahora la Policía no pudo dar con ese hombre”.

En la Seccional 17ma informaron que, en base a algunos testimonios, Brizuela y otro grupo de personas había realizado otro corte en Centenario y Necochea, y allí se habría producido un incidente. Aparentemente, un hombre en una camioneta roja pasó ese piquete y en represalia, alguien que estaba con la víctima le rompió el parabrisas de un piedrazo, explicaron en la Policía.

Lo concreto es que un rato después, alrededor de las 14 de ese día, ese conductor regresó al lugar y cuando pasaba frente a un grupo de personas donde estaba Brizuela, frenó y lanzó un disparo desde el interior del rodado. El proyectil dio en la clavícula derecha del joven y tras el ataque, el agresor se dio a la fuga, explicaron familiares y fuentes policiales.

El jornalero fue trasladado al Hospital Rawson donde quedó internado porque los médicos detectaron que el plomo había perforado su pulmón izquierdo y había quedado alojado en su columna, contó Silva. En principio, en el hospital dijeron que su vida no corría peligro. Sin embargo, en los últimos días su salud se agravó.

“Sergio estaba bien, pero hace dos días empezó a vomitar sangre. Cuando los médicos le hicieron unos estudios de mayor complejidad detectaron que los remedios que le daban le habían causado una úlcera en el estómago”, precisó su pareja.

El sábado en la noche, Brizuela tuvo que ser operado de urgencia, pero sufrió tres paros cardíacos y falleció alrededor de la 1.55 de ayer, indicó su familia. Ahora la muerte del muchacho pasará a ser investigada por orden judicial por los policías de Homicidios, indicaron en la Seccional 17ma.