Un hombre de 44 años encontró la muerte trágicamente al accidentarse en su moto cuando se dirigía a trabajar y la hipótesis es que posiblemente chocó contra un animal que se le atravesó en la ruta, dijeron fuentes judiciales.

La víctima fue identificada como Rolando Ariel Gomez. Estaba separado y tenía hijos. Vivía con su padre en Pocito y trabajaba hacía más de 20 años en la sede de Sarmiento de OSSE. Cuando ocurrió la tragedia iba camino a tomar un relevo en la planta potabilizadora de Media Agua, confirmaron allegados a este diario.

En la noche del martes, precisamente a las 22.25, Gomez ingresó en ambulancia al Servicio de Urgencias del Hospital Rawson, donde nada pudieron hacer para salvarlo pues ya no tenía signos vitales.

La desgracia ocurrió en 25 de Mayo, sobre la Ruta 246, a metros del Puente de Cochagual que divide ese departamento con Sarmiento.

La víctima, Rolando Ariel Gomez. Tenía 44 y vivía en Pocito.

Alrededor de las 21.30, un policía que se dirigía en colectivo a su trabajo en la seccional 8va vio el cuerpo desde arriba del micro y de inmediato le pidió al chofer detener la marcha. El efectivo se bajó y encontró a Gomez inconsciente, tendido a un costado de la ruta. A unos pocos metros estaba su moto, una Corven 150cc que no presentaba tantos daños.

Prueba. Los pelos de animal en la barra de amortiguación delantera.

Los pesquisas creen que impactó contra un animal pues hallaron pelo enganchado en la parte delantera de la motocicleta, precisamente en la barra de amortiguación, señalaron. También había restos en el casco. En las zonas cercanas se hizo un rastrillaje pero no fue encontrado ningún animal muerto o herido. La hipótesis de los investigadores es que embistió a un burro, un caballo u otro cuadrúpedo de gran tamaño.

Lo concreto es que la víctima fue asistida en el lugar por ese policía que de inmediato dio aviso a sus compañeros y pidió una ambulancia. Personal médico intentó reanimarlo mientras era trasladado al Hospital Rawson, pero finalmente todos los intentos fueron en vano.

El caso es investigado por el fiscal coordinador Adrián Riveros, de la UFI Delitos Especiales, con sus ayudantes Sebastián Gomez y Roxana Fernández. Si se comprueba que no hubo otra persona implicada en la tragedia la causa pasaría directamente al archivo. Aunque los pesquisas primero investigarán si efectivamente todo fue causado por un animal suelto y buscarán averiguar si tenía o no dueño.