Ernesto Zeballos (63) desbordaba de bronca, no sólo porque le pegaron en la cabeza para robarle $50.000, sino porque dice que el ladrón fue un conocido suyo que se aprovechó de su confianza y lo traicionó. Todo ocurrió a eso de las 2 de ayer en su casa del Barrio Independencia, en San Isidro, San Martín. Zeballos relató que antes de acostarse salió afuera y en ese momento, a un costado de la vivienda, desde atrás y con un arma de fuego le dieron un culatazo en la sien que lo tumbó. Ya en el piso, le sacaron la billetera en la que tenía los $50.000 de la venta de un Rastrojero concretada el jueves pasado.

A pesar de quedar mareado y que el ladrón tenía el rostro cubierto, Zeballos dice que reconoció a su atacante. Según sus palabras, fue un joven que minutos antes había estado con otro en su casa. "Uno de los muchachos es amigo de mi nieto. Siempre que pasa me dice "Eh viejo, ¿cómo andás?" y se para a conversar. Diez minutos antes del robo había estado conmigo, ese y otro que me dijo que era su amigo y que era tranquilo. Yo los mandé a comprar una cerveza para invitarles pero como no volvían ya me estaba por acostar", afirmó la víctima, quien agregó que cuando fue agredido sintió como un "martillazo" en la cabeza.

Tras el ataque, Zeballos pidió ayuda y de inmediato cayeron a su casa su hijo (40) y su nieto (19), quienes no dudaron en salir a buscar al supuesto asaltante y a su amigo, pues la hipótesis es que partieron juntos en moto. "Se fueron a buscarlos a Angaco pero de allá los han sacado a pedradas, les han abollado el auto. Se han tenido que disparar porque les iban a romper todo, ni han dejado que lleguen a la casa", dijo la víctima. Su versión choca con la que dio Elio Guzmán (22) en la seccional 20da, donde se presentó para denunciar que familiares de Zeballos lo habían apuñalado en el costado izquierdo del abdomen por algo que él no hizo, en su casa de El Bosque, cerca del santuario de San Expedito. "Eso es mentira. Mi hijo anda en silla de ruedas porque se quebró la columna y ni siquiera se ha bajado del auto", dijo Zeballos. Y cerró: "Tengo mucha bronca, con lo caro que está todo $50.000 es un montón. Yo estaba por comprarme una camioneta y ahora me quedé sin nada".