Claudia Ramona Figueroa (26) no durmió en toda la noche, sólo espera que le entreguen el cuerpo de su bebé de un año que anoche dejó de existir en la sala de guardia del Hospital Federico Cantoni. Entre lágrimas, la mujer cree que la vida de su hijo se pudo salvar, porque cuando lo llevó por primera vez al médico no le entregó solución a un cuadro que llevaba el niño y le dijo que todo "estaba bien".

"A Mirko lo llevo el domingo a la guardia del hospital (Cantoni) porque tenía las uñitas moradas, pero el médico me dijo 'esta bien, dale ibuprofeno', pero claramente no estaba bien, tenía la pancita hinchada y le decía al doctor que se fije si no era eso y me decía que 'es normal'", contó a este diario Claudia, que no identificó el nombre del profesional que la atendió.

Esa tarde le recetó 3mg de ibuprofeno cada 6 horas, que se lo debía dar con una jeringa. Pero poco mejoró el cuadro general, y el martes a la noche volvió. "Se quejaba, lo que le daba lo vomitaba, así que lo llevé de nuevo. Tenía como los ojitos hundidos. Lo atendió muy bien la doctora Soberbio, pero le dio un paro y luego se cortó, no pudo hacer nada para salvarlo", agregó la madre.

Lo que determinará la causa de la muerte será la autopsia. "Quiero saber qué le pasó, si hubo mala praxis o que le sucedió a mi bebé", cerró.