Mendoza, 9 de diciembre.- El crimen a puñaladas de un niño de 11 años, su madre adoptiva y sus abuelos, ocurrido en Las Heras, en el Gran Mendoza, estaría esclarecido, según afirmó Aranda, quien apuntó a un adolescente de 13 años que hasta el momento estaba considerado testigo y ahora estaría considerado "partícipe del hecho".

Durante una de las declaraciones que efectuó ante las autoridades policiales, el menor apuntado por el ministro de Seguridad provincial se quebró y confesó el crimen del otro chico, aunque aclaró que lo hizo porque éste había asesinado a los tres mayores.

Sin embargo, los investigadores no descartan una acción conjunta de ambos menores, un acto individual del chico de 13 años o hasta la participación de un tercero.

En principio, la Policía había detenido a un vecino de la familia asesinada, pero finalmente fue liberado y centraron su atención en el adolescente, que pasó de "testigo" a "partícipe" del crimen. Las contradicciones en sus primeros declaraciones y luego su confesión provocaron este giro en la investigación.

Por otro lado, Aranda dijo que "los cadáveres tenían muchas puñaladas" y que en "los cuerpos había mucho ensañamiento". Asimismo, precisó que la abuela del menor que permanece detenido "cuando lo ve con su ropa ensangrentada y las zapatillas con sangre", se las quitó y las lavó en la vivienda de enfrente, aunque luego las prendas fueron secuestradas por la Policía para "determinar si quedaron rastros".

El ahora principal sospechoso de los crímenes es oriundo de San Juan y vive en la casa de su abuela, la misma que según Aranda lavó las ropas manchadas con sangre. En tanto, el ministro mendocino sostuvo que el menor de 11 años asesinado "habría tenido ya una situación de violencia con la madre". Esto coincide con un testimonio brindado por Rubén Molina, el padrino del niño asesinado, que aseguró que este presentaba "brotes de esquizofrenia".

En declaraciones a la prensa, Molina afirmó que el nene estaba bajo tratamiento psiquiátrico y que había tenido episodios de agresión a su madastra y contra sus compañeros de escuela.

En tanto, la fiscal mendocina Claudia Ríos se declaró "incompetente" en la causa, ya que en el hecho "no hay intervención de mayores de edad", por lo que el caso pasó a ser investigado por la justicia de menores.

"La única persona ha declarado que no hay intervención de un mayor de edad", manifestó la funcionaria, quien informó que las cuatro personas fallecidas presentaban "muchas lesiones punzocortantes".

El cuádruple homicidio se registró anoche alrededor de las 20:30 en el interior de una casa ubicada en la calle San Pedro del barrio 8 de Mayo.