El caso de la joven que llegó con una beba recién nacida al Hospital Rawson generó un gran revuelo en las últimas horas (ver nota relacionada) y ahora sumó un nuevo capítulo, ya que su madre salió a hablar y dio su versión sobre lo ocurrido.

“Mi hija (Fiorela Eiras) tuvo un embarazo normal, controlado en el Hospital Rawson y decidió dar a luz en su casa, ayudada de una partera amiga”, dijo Marisa Maragliano en diálogo con DIARIO DE CUYO.

Un posteo de Facebook en el que Maragliano muestra el embarazo de su hija Fiorela

Luego contó que, al averiguar en el Registro Civil los requisitos para poder inscribir a la nena, le pidieron dos certificados: uno en el que constara que Fiorela había tenido un parto y otro que tenga registrado cuántas horas de nacimiento tiene la pequeña.

Entonces, por la tarde del lunes, Fiorela junto a la beba y su pareja Antonio Rosales, llegaron al nosocomio capitalino a buscar los certificados. Un neonatólogo atendió a la criatura, la pesó y también y la midió. Luego, el profesional firmó uno de los certificados que necesitaban los padres y éstos emprendieron el regreso, pero al salir personal policial les solicitó los documentos.

Tras esperar más de dos horas, según contó Maragliano, los uniformados “dijeron que había una orden de detención y entonces demoraron a mi hija con la bebé en el hospital y a mi yerno se lo llevaron a la Comisaría Primera. Lo sorprendente es que no llevaron la orden de detención y en el escrito que tenían estaban mal escritos los datos de Fiorela a pesar de que habían tenido en su poder los DNI correspondientes”.

Por su parte, este medio se comunicó con la directora del hospital, Beatriz Salanitro, quien prefirió el silencio y sólo se limitó a decir que el caso se encuentra en manos de la Justicia y que, tanto Fiorela como su beba, están en buen estado de salud.

De todos modos, la joven continúa internada bajo custodia, mientras que su pareja, Antonio Rosales, ya quedó en libertad tras pasar varias horas tras las rejas.