Sin perdón. Miguel Sillero, hijo de la víctima, dijo que no es Dios para perdonar al asesino de su padre y que estaba agradecido de los ejemplos de vida que le dio. Agradeció también el trabajo de la fiscal Gladys Capdevila.

"Uno quiere perpetua, que no salga nunca más... lamentablemente sé que no se puede porque las leyes amparan a los menores delincuentes... hay que tener resignación. Lo importante es que haya salido una sentencia aceptable y que este individuo ya esté preso, más allá de que al viejo ya no me lo van a traer de vuelta... tenía 86 años, no se metía con nadie, no merecía morir de 22 puñaladas y un martillazo", dijo ayer, aún indignado y dolido, Miguel Sillero, uno de los cuatro hijos de Rafael Sillero, un anciano que tenía 86 años (el martes pasado hubiera cumplido 90) cuando fue asesinado en su casa de la Villa Hilario Elorza, en San Martín, la madrugada del 3 de diciembre de 2016.

El asesino resultó ser su propio vecino, Franco Nahuel Ramos (21), que tenía 17 años al momento del hecho y, por ser menor, el último miércoles en la tarde fue condenado a 15 años de cárcel por la jueza de la Niñez María Julia Camus. El joven llegó libre a juicio, pero luego de conocer la sentencia fue detenido inmediatamente por orden de la jueza, dijeron fuentes judiciales.

La magistrada, adhirió así al planteo de la fiscal Gladys Capdevila, quien había pedido 20 años de cárcel para Ramos por el delito de homicidio doblemente agravado, por la alevosía (cuando estaba indefenso) y por ensañamiento (por hacerlo sufrir), precisaron los voceros.

El fallo aún no está firme y la defensora oficial Betina Cuni, aún puede reclamar ante la Corte de Justicia, pues durante su alegato cuestionó los argumentos de la fiscal y sostuvo que Ramos debía ser absuelto, indicaron.

Franco Nahuel Ramos era menor, por eso recibió menor castigo. 

ABERRANTE

Un certero martillazo en el cráneo apenas abrió la puerta para ver quién lo buscaba a eso de las 6 de la mañana. Y una seguidilla de cuchillazos, los últimos 2 cuando ya había fallecido. Para la fiscal Gladys Capdevila así ocurrieron los hechos que terminaron con la vida de Sillero (86) aquella madrugada, cuando salió en calzoncillos a ver quién golpeaba a su puerta.

La investigación pronto guió hacia su vecino Ramos, por las marcas de sus zapatillas. El secuestro del calzado fue clave porque no sólo coincidía con las huellas halladas en la casa de Sillero, también una de esas zapatillas tenía sangre de la víctima.

Ramos nunca dio su versión de por qué mató a Sillero, aunque durante la investigación sobrevoló la sospecha de que -tal vez- fue porque el anciano le recriminaba que le robara las trabas de su parral.

  • Confirman el castigo a otro menor asesino

La Corte de Justicia confirmó el castigo de 15 años de cárcel que la jueza María Julia Camus, le impuso el 24 de abril de 2019 a Luciano Gómez. Tenía 17 años cuando mató de un tiro a Marcos Arancibia (24) cuando intentó defender a su novia de un asalto en el barrio Luz y Fuerza, en Chimbas, la madrugada del 24 de enero de 2016. Aquella vez, la fiscal Gladys Capdevila había pedido 22 años para Gómez.