Otros tiempos. Alfredo Turcumán, el ahora fallecido, junto con su esposa Claudia Moya cuando vivían tiempos felices.


El cuchillazo que recibió en el corazón Alfredo Turcumán no le dio muchas chances. A 9 días de aquel confuso episodio con su esposa, el joven finalmente falleció en el hospital. La mujer, de 23 años, ahora quedo cómo única imputada y son varias las pruebas que la complican en esta pelea, de las tantas que parece que tenía la pareja, que terminó en asesinato.


Alfredo Yamil Turcumán (28) falleció ayer a media mañana en la terapia intensiva del Hospital Rawson y lo que era un caso de tentativa de homicidio se convirtió en crimen que tiene como principal sospechosa a Claudia Antonella Moya (23), quien actualmente se encuentra detenida por orden del juez Benedicto Correa. Ambos estaban casados y la chica está embarazada, además es mamá dos niños que tuvo con sus anteriores parejas.


Sólo ellos saben qué pasó la noche del martes 13 en la casa que alquilaban en calle Abraham Tapia, en Trinidad, Capital. Ella primero dijo a sus allegados que Turcumán se hirió solo con el cuchillo mientras arreglaba la cerradura de una puerta. Esa coartada luego se fue cayendo. El muchacho, empleado en un aserradero, presentaba una profunda herida casi en el medio del corazón, también tenía lesiones el rostro y cuero cabelludo y un rasguñón en la espalda, dijeron fuentes del caso. 


La madre de Turcumán denunció que no era un accidente, que a su hijo lo habían acuchillado para matarlo y apuntó contra su nuera, Claudia Moya, que lo había agredido anteriormente. La inspección ocular en la casa también reveló que la puerta estaba en perfecta condiciones, eso tiró abajo la versión de la chica.


La pareja llevaba una relación conflictiva y con episodios violentos. Familiares y amigos del joven declararon que muchas veces lo vieron con moretones y rasguños. En la Seccional 3ra afirman que parece que se agredían mutuamente. A él también le hicieron un expediente por una de esas peleas. En el caso de ella, en la Policía dicen que ya había acuchillado a su primera pareja. Con el padre de su otra hija también tuvo problemas. Es más, había un pedido de captura del 2015 en su contra porque impedía que este último viera a la nena.


La chica se vio acorralada, por eso el juez Benedicto Correa ordenó su detención. Hay versiones que luego Moya reconoció en la Policía que ella lo acuchilló, pero lo hizo para defenderse. Quizás sea esta la forma que ahora encare su defensa.