Érica Daiana Quinteros tenía 23 años cuando fue asesinada en La fererre, partido La Matanza y en el banquillo de los acusados estará quien era su pareja. Su pequeña hija la vio toda quemada en el piso y dio testimonio por cámara Gesell y su mamá espera justicia. El juicio comienza el próximo 3 de diciembre y el acusado dice ser inocente. 



"El 24 de enero de 2017 salieron a cenar y volvieron ya tarde, no se decirte a qué hora, y Fabián manda a dormir a Candelaria, que tenía 5 añitos en ese momento. Nahuel, el hijo de ambos, que era muy bebé, tenía 8 meses", le dice a Crónica la madre de la víctima, Antonia Velazquez, en relación al acusado Fabián Oscar Sánchez, que está preso en Florencio Varela. 



"Cuando se despierta Cande ya había humo y su madre toda quemada en el piso. Él a Érica la roció con thinner y la prendió fuego, pero según él ella sola se incendió", cuenta Antonia y continúa: "Luisa, que es la madre de Fabián, sacó a los chicos de la casa y los llevó a su casa que está al lado. Al día siguiente mi hija murió. Él estaba internado con quemaduras en brazos y tórax, la doctora hizo la denuncia y después siguió todo el camino por violencia de género. Lo detuvieron el 8 de febrero cuando, salió del hospital", relata la mujer que integra el Grupo de Familiares Atravesados por el Femicidio. 
 


"Mi hija era muy independiente, quería tener su hogar, su familia, era con lo que soñaba. Siempre pensé que él no era para ella, era bebedor y después ya casi cuando sucede esto me enteré que también se drogaba con cocaína. Yo no lo sabía, pero él la golpeaba. En octubre del año 2017 fue cuando vi que tenía una cicatriz en su ceja derecha, él le había pegado y ella me dijo 'no pasa nada má, ya está'. Cande me contó que él le pegaba siempre y a ella la ponía mirando la pared", recuerda angustiada. 



"Era una relación violenta. Mi hija nunca hizo la denuncia y nunca me contó nada", dice Antonia que vive con Candelaria y reclama la tenencia del bebé que está con la abuela paterna. 



"Cande en cámara Gesell contó cómo encontró a su mamá y la violencia a la que era sometida", relata Antonia. "Mi hija siempre tenía una gran sonrisa. Es muy doloroso. Sigo luchando y no voy a parar hasta lograr justicia por mi hija amada", afirma la mamá, que espera que se haga justicia.

Fuente: Crónica