A más de tres años del escandaloso caso por la ‘desaparición’ de 15.000 pesos que tenían dos detenidos en la Seccional 4ta de Desamparados, procesaron a otra agente acusada de haberse quedado con ese dinero y por no cumplir sus deberes de policía.

En esa misma causa, ya habían sido procesados una agente y dos oficiales que en la actualidad están separados de sus funciones.

En este caso le llegó el turno a la agente Emilse Aurora Coria (42), que cumple tareas en la Brigada Femenina, según la resolución del Quinto Juzgado de Instrucción. La juez María Inés Rosselot le dictó el auto de procesamiento, sin prisión preventiva, por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público en concurso ideal con peculado.

Esto último porque se sospecha que se quedó con el dinero que debía custodiar o permitió que alguien se lo llevara. De todas maneras, el procesamiento no quedó firme y su defensor apelaría. Coria, que en su momento sólo figuraba como testigo, ahora quedó en igual situación que sus dos compañeras de la Brigada Femenina, la agente Emma Muñoz (42), la oficial Rosa Romero (33), y el oficial ayudante Ernesto Fabián Fernández (33), de la Seccional 4ta, todos procesados a fines del 2008.

El escándalo se desató la madrugada del 14 de septiembre del 2008 después de que llevaran arrestados a la Seccional 4ta al comerciante cordobés Rodolfo Castro y Ana Billia García por un incidente en un operativo de tránsito en avenida Libertador, Capital. Castro fue metido a un calabozo de esa comisaría y Billia García fue derivada a la Brigada Femenina (que queda al lado) por la agente Emilse Coria, según la causa judicial.

Esa agente junto a Muñoz y la oficial Romero requisaron a la chica y descubrieron que en su campera llevaba dinero y que en una riñera tenía un fajo de billetes y un revólver, según la investigación. En total eran 15.000 pesos que pertenecían a Castro, producto del cobro a unos clientes.

Billia García declaró que fue introducida a la celda, mientras las mujeres policías se pusieron a contar el dinero y llamaron al oficial Ernesto Fernández (de la 4ta) para comentarle sobre el hallazgo. Lo que pasó después es todo un misterio, ya que el dinero desapareció. Las tres mujeres policías de la Brigada Femenina como el oficial de la Seccional 4ta no dejaron sentado en ningún lado el secuestro de esos 15.000 pesos e intentaron ocultarlo, según el expediente.

Sin embargo, alguien habló demás y eso llegó a oído de los policías de Tránsito (estaban ahí porque ellos habían detenido a la pareja), quienes alertaron a sus jefes sobre la desaparición de una importante suma de dinero de dos detenidos. Coria zafó en principio porque se retiró de su trabajo antes que estallara todo el escándalo y debido a que primero mencionaban sólo a Muñoz y Romero.

Todos negaron haberse quedado con el dinero. Las mujeres policías aseguran que entregaron el dinero a Fernández y éste jura que fueron ellas las que se quedaron con la plata, según fuentes judiciales.

La juez María Inés Rosselot procesó en principio a la agente Muñoz, a la oficial Romero y al oficial Fernández, y ahora sumó a la agente Coria. A Castro y Billia García los procesó por resistencia a la autoridad y portación de armas.