Gabriel Alejandro Oviedo (23) pasó 1 año y 7 meses preso por un delito que no cometió. Así lo consideró la fiscal Marcela Torres cuando pidió su absolución "lisa y llana". Y "lisa y llana" fue la sentencia del juez de la Sala I de la Cámara Penal, Juan Carlos Caballero Vidal (h), cuando ordenó ayer su inmediata libertad, por considerar que no cometió, junto a otros dos cómplices, el robo de unos $200.000 contra Antonella Carrizo, la mamá de Uma, la beba de 3 meses asesinada de un tiro en la cabeza en un presunto ajuste de cuentas por drogas la noche del 4 de enero de 2014 en el barrio Huarpe, Pocito. Por el crimen, hay 7 sujetos condenados a perpetua.

"No entiendo cómo esta causa pudo llegar a juicio.... es evidente la orfandad probatoria", había dicho la fiscal Marcela Torres al cabo de su alegatos, celebrados por el defensor Horacio Merino, quien destacó la "valentía" de la fiscal y calificó al hecho como algo "fabricado y no creíble".

¿El asalto no existió?

La maniobra en la que se decidió que Oviedo nada tuvo que ver, había sido denunciada por Antonella Carrizo. Según la mujer, la noche del 4 de enero de 2019 llegó con un amigo y su cuñado al conflictivo barrio General Acha, en Concepción, Capital, a comprar un Chevrolet Corsa que otra mujer ofrecía por Facebook.

Cuando llegaron al barrio -dijo- apareció la mujer con la que llevaba tres días contactándose y haría el trato, pero desapareció apenas constató que era ella y en el acto aparecieron tres sujetos armados que los golpearon y revisaron la VW Saveiro en que ella iba, hasta que encontraron los $190.000. Luego, los echaron a tiros.

Sin embargo su versión resultó confusa y contradictoria, y fue descalificada durante el juicio. ¿Por qué? según fuentes judiciales, porque no se correspondió con el relato de las otras víctimas. Porque en el debate aseguró que fueron $200.000 y no $190.000 el dinero robado. Porque aseguró haber sabido por averiguaciones propias que Oviedo era uno de los asaltantes y lo reconoció en fotos, pero no en rueda de presos e, increíblemente, tampoco lo pudo reconocer durante el juicio.

Durante las audiencias sobrevoló la sospecha de que algunos policías pudieron indicarle a la mujer quiénes eran los asaltantes, y tampoco faltó la versión de que pudo haber existido una sustracción pero ligada a otro problema y no a la compraventa de un auto.

"Al principio la justicia fue muy incompetente, pero ahora agradezco la actuación de esta fiscal y este juez. Creo que hubo una animosidad contra mi hijo porque él tiene antecedentes pero cuando ocurrió ese hecho hacía dos años que había dejado esa vida. No sé por qué esa mujer involucró a mi hijo en algo que no hizo y sé que nadie le va a volver el año y 7 meses que estuvo preso, pero se hizo justicia", dijo ayer Erica Morales, la madre de Oviedo.