Un domingo, el 21 de marzo pasado, dos figuras de cierto relieve público, el exfutbolista devenido en político, dirigente social y empresario Roberto "Fido" Galván (50) y el dueño de "Dismar Caucete", Carlos Hugo Cassab (74), se instalaban en la escena mediática por un escándalo sexual. Aquel día, la fiscal coordinadora de la UFI ANIVI Valentina Bucchiarelli, le pedía a un juez que mantuviera presos y abriera formalmente contra ellos la investigación, por haber pagado por los servicios sexuales de una niña de 14 años que -sospechaba- era ofrecida en ese comercio ilegal por su propia tía de 33 años. Nueve meses después y también un domingo, ayer, un tribunal consideró acreditado -como sostuvo Fiscalía- que sí existieron pagos para tener sexo con una menor y condenó a esos tres imputados. Los jueces Juan Gabriel Meglioli, Diego Sánz y Alberto Caballero aplicaron 14 años de cárcel a la tía de la chica por promover y facilitar su prostitución, por la explotación económica de esas maniobras y por haber intentado meter en ese mundo a una amiga íntima de su sobrina, otra menor para la que también pidió especial protección la Asesora de la Niñez, Laura Romarión.

El tribunal aplicó a Galván y Cassab 10 años de cárcel, el mínimo de la pena por los delitos que les atribuyeron contra la menor.

La audiencia de ayer se previó para que las partes alegaran sobre el monto del castigo, ya que el sábado el tribunal había declarado culpables a los tres acusados. Y el resultado pareció dejar a medias conforme a la Fiscalía, que pretendía penas más altas: 22 años para la acusada, 14 para Galván y 12 para Cassab.

Y no conformó para nada a los defensores Gustavo de la Fuente (por la mujer), Leonardo Villalba y Vanesa De Dax (asistieron a Galván) y Marcelo Fernández y Franco Montes (por Cassab). El sábado habían pedido la absolución y en el caso de Galván, una pena en subsidio por un delito con penas menores: el aprovechamiento de la inexperiencia sexual de esa chica.

La estrategia de la defensa había apuntado a derrumbar el componente monetario de la maniobra, pues negaron que existiera pago por sexo. Los defensores de Galván y Cassab también insistieron en que sus clientes no sabían que la niña tenía 14 años.

La defensa de Cassab argumentó que su cliente tenía una relación más sentimental que sexual, pero con la imputada, a quien le ayudaba con el pago del alquiler y otras cuentas. También argumentaron que un día fue a verla a su departamento y se topó con esa chica que lo buscó para tener el único encuentro sexual que existió, el 10 de febrero pasado.

La defensa de Galván también argumentó que conocía a la tía de la menor porque tenía cuenta en su tienda de ropa, en la que "sus amigas", parientes y otras personas iban a buscar mercadería que él pagaba, "porque es muy generoso". Por esa relación conoció a la víctima, "sin saber que era menor". Según Fiscalía, "Fido" pagó por cuatro encuentros sexuales entre el 22 de julio de 2020 y el 10 de febrero pasado.

El fallo no está firme y sus fundamentos se conocerán el próximo 9 de febrero. A partir entonces los defensores podrán concretar lo que anticiparon: reclamar a otro tribunal para intentar revertirlo.

  • "No me puedo operar así"

"Voy a desistir de la operación (sufre cáncer de colon) pese a que mi hija quiere que me opere, pero no me puedo someter en estas condiciones. Yo respeto a los policías y me han tratado bien, pero es incómodo tener a un uniformado al lado de mi cama con un handy o radio sonando todo el tiempo. Cuando estuve en el Hospital Marcial Quiroga tuve un trato de lo más discriminatorio, porque a los otros pacientes les daban la comida en una bandeja y a mi me tiraban una bolsita... además, la sociedad nos ve mal a los presos. Yo tengo 74 años, una conducta intachable, le doy trabajo a la gente y pago una fortuna en impuestos, pero en este estado no me puedo operar", dijo ayer el empresario Carlos Hugo Cassab, cuando le pidió al tribunal "que abra su corazón" y le evite esa "incomodidad". Desde su entorno, en cambio, confían en que se someterá a la intervención quirúrgica.