Una condena de 18 años de cárcel por abuso sexual con acceso carnal agravado por el grave daño en la salud física y mental de la niña, y también por la corrupción sexual agravada de esa menor. Esa resolución para el caso le pidió ayer la fiscal Marcela Torres al juez Miguel Dávila Safe (Sala I, Cámara Penal) contra un carpintero de 36 años que era vecino de la víctima y amigo de su papá. A causa de ese ultraje sexual, la niña quedó embarazada y para preservar su vida fue sometida a una interrupción legal de su embarazo cuando tenía 13 semanas de gestación, consta en el expediente.

El acusado admitió que mensajeó a la menor, pero negó el abuso. El ADN fue contundente

Un informe sobre el resultado de la prueba de ADN sobre el índice de parternidad (99,999%), el relato de la menor y el de sus padres, el informe médico, el de los psicólogos que entrevistaron a esa niña y el de otros que hablaron de la inmadurez, la escasa empatía y la falta de control de sus impulsos en el imputado, fueron las principales pruebas enumeradas por Fiscalía para argumentar por qué pidió ese castigo para el acusado.

La defensa de ese sujeto (no identificado para preservar a la niña que sigue siendo su vecina) cuestionó los argumentos fiscales, pues en su opinión no había prueba para sostener que aún persista el daño físico y mental en la menor. Y también la prueba genética, ya que consideró vulnerado el debido proceso al no incorporarse actas elementales para saber si se cumplió o no con la cadena de custodia del material para el examen de ADN. Por eso, sólo pidió 6 años por el delito de violación.

Durante los alegatos de ayer, la asesora de la Niñez Patricia Sirera, que asistió y estuvo con esa menor, solicitó al magistrado que de manera "preferente" ordene la intervención del Ministerio de Desarrollo Humano para asistir a la víctima, psicológica y materialmente.

El sujeto fue detenido el 3 de octubre de 2019, un día después de que los padres de la nena se enteraran de su embarazo. La habían llevado al hospital porque se desmayó dos veces y un análisis arrojó que tenía 13 semanas de gestación. Entonces la niña, manifestó que quería matarse y apuntó a su vecino como autor de ese ultraje. Según la investigación, el sujeto la acosó y la manipuló hasta conseguir que accediera a sus designios sexuales. Hoy, el acusado conocerá su sentencia.