Esclarecido. El jefe de Policía Luis Martínez junto a otros cuatro jefes de la Brigada de Investigaciones.


 

El 21 de febrero pasado no era la primera vez que el taxiboy Marcelo Sosa (23) y su cómplice prófugo, visitaban al conocido luthier Carlos Scalzotto (67) en su casa del barrio Lebensohn, Chimbas. La versión policial es que aquella noche simularon un enésimo encuentro sexual, bebieron con él, lo hicieron desnudar y hasta lo habrían atado como parte de la previa del juego sensual que nunca llegaría a consumarse, porque en el medio ajustaron demás un pañuelo en su cuello y el dueño de casa terminó ahorcado. Con la captura de uno de esos dos sujetos, Marcelo Sosa (23), ayer trascendió su primer argumento defensivo, pues este sujeto habría dicho que la intención era atarlo para poder robarle (le llevaron el auto, unos $20.000, un TV, dos celulares, un equipo de música, parlantes y cinco guitarras). Y que la muerte apareció como algo no previsto: "Se nos fue la mano", habría dicho el sospechoso.

Si la intención fue o no terminar con los días de Scalzotto, ya no es asunto de los pesquisas policiales que ya hablan de caso cerrado, luego de ponerlo tras las rejas junto con su mujer y otros cuatro sujetos sospechados de encubrirlo con el Chevrolet Corsa de la víctima. Se supone que se lo fueron pasando unos a otros hasta que quedó en manos de un caucetero de apellido Agüero, que lo habría comprado a unos $10.000, dijeron fuentes policiales.

Parte de los detenidos por el robo y el homicidio de Scalzotto.


El vehículo de Scalzotto fue la única pertenencia que hallaron del luthier, pues el centro musical y las guitarras fueron quemadas en un descampado de Pocito. Se investiga dónde fueron a parar un TV, los celulares y los parlantes.

Algunos detalles de la resolución del caso se conocieron ayer en la Central de Policía, en una conferencia de prensa encabezada por el jefe de la Fuerza, Luis Martínez, el titular del D-5, comisario mayor Carlos Castillo y tres jefes de esa área: los comisarios inspectores Raúl Córdoba y Luis Echegaray y el encargado de Homicidios, el subcomisario Ángel González.