La Policía de la Ciudad y personal de la Unidad Operativa de Fiscalización Integral del Gobierno porteño allanó este viernes un local nocturno de karaoke ubicado en el barrio de Balvanera, donde en realidad se descubrió que funcionaba un sector de juegos de azar y apuestas clandestinas, y que nueve mujeres ejercían la prostitución, por lo que se procedió a la clausura del lugar, la detención del encargado y a una posterior investigación sobre el delito de trata.

Según informaron fuentes policiales y judiciales, el procedimiento se realizó en un inmueble ubicado en Alsina 1.828, donde en apariencia funcionaba un "Karaoke Oriental", que recibió denuncias de vecinos que referían ruidos molestos y actividades compatibles con la prostitución.

El encargado del local, un hombre de nacionalidad china que reside hace siete años en el país, resultó detenido en flagrancia, informaron fuentes judiciales.

Su pareja, Rocío, una joven argentina de 22 años que tenía domicilio en ese lugar, aseguró que en el lugar "funcionaba un karaoke" y negó que se ejerciera allí prostitución o apuestas clandestinas. 

"Es un karaoke chino, entran sólo los chinos, porque ganan más que los argentinos. Acá se pueden gastar hasta 200.000 pesos, que es lo que sale una sala, donde entran 30 personas"Rocío, pareja del encargado del local

"Es un karaoke chino, entran sólo los chinos, porque ganan más que los argentinos. Acá se pueden gastar hasta 200.000 pesos, que es lo que sale una sala, donde entran 30 personas", sostuvo en diálogo con el canal TN.

"Los clientes alquilan la sala, llaman chicas para tomar y bailar pero no hay prostitución. Las chicas venían con los clientes, no tienen nada que ver con el lugar", aseveró.

Tras las primeras investigaciones, la Fiscalía Penal y Contravencional y de Faltas Nº 13 realizó este viernes el allanamiento y una vez adentro encontraron a 18 hombres, todos mayores de edad y de nacionalidad china y coreana; ocho mujeres también mayores de edad que ejercían la prostitución; y tres empleados.

Una vez que se recorrió todo el local, los investigadores establecieron que se realizaban juegos de azar como la ruleta, los naipes y dados; que tenía en funcionamiento una barra expendedora de bebidas y alimentos envasados de origen oriental sin las certificaciones correspondientes de Anmat.

También, en otro sector, se encontraron varios salones donde se realizaban los encuentros entre los clientes y las mujeres, y un sector donde se recibían apuestas clandestinas.

Más allá de que el local no estaba habilitado para lo que allí funcionaba, personal del Gobierno porteño detectó que el lugar ya contaba con una "clausura administrativa vigente", por lo que se amplió esta medida, con otras actas de intimación por falencias de índole de seguridad e higiene, debido a que se encontró un gallo, que la pareja de quien regentaba el lugar aseguró que "era para comerlo".

Tras la consulta con la fiscalía de Flagrancia, a cargo del doctor Palopoli, se dispuso que se inicien actuaciones por averiguación de ilícito en infracción a la ley 12.331 (de Profilaxis de las enfermedades venéreas), y los artículos 125 bis, sobre delitos contra la integridad sexual, y 301 bis, correspondiente al juego clandestino, del Código Penal.

Por otra parte, la Ciudad labró un acta contravencional al encargado por Infracción a los Artículos 138 y 141 del Código Contravencional porteño por maltrato animal, y se ordenó que el ave quede a resguardo de la señora que fue identificada como propietaria del lugar.

Finalmente, la policía convocó a personal de Migraciones para establecer la situación migratoria de los ciudadanos extranjeros y de la Oficina de Rescate del Delito de Trata de Personas de la Nación, a fin de que realicen entrevistan con las mujeres.

Respecto del relevamiento de la Dirección Nacional de Migraciones se estableció que ninguno de los demorados registra irregularidades, por lo que luego de constatar que tampoco registran impedimentos restrictivos de libertad se retiraron del lugar, al igual que los empleados.