Roxana Espín, jueza de Paz de Calingasta, se refirió al accionar de la Justicia respecto a la denuncia por violencia de género que había realizado la mamá de Pamela Rodríguez  previo al ataque que terminó con su muerte.

Ayer, la madre de la víctima afirmó que las denuncias nunca habían sido escuchadas. "Él vivía molestándola, hicimos un montón de denuncias y nunca hicieron nada. Si me hubiesen dado un poquito de importancia cuando poníamos la denuncia, porque él le pegaba, esto no hubiese pasado, estaría viva, la tendría viva", dijo Lorena, a Radio Manantial.

Al respecto, la magistrada afirmó que el único registro que existe fue en octubre de 2018 cuando la madre de la menor se presentó en la comisaría de Calingasta y completó un formulario de protección  contra la violencia después de una pelea en la plaza del barrio donde Ángelo le quitó el celular y la empujó.

“El 26 de octubre, dos días después de la presentación, se la citó en el juzgado y el 31 de ese mes se dictó la restricción de acercamiento”, relató Espín.

En esa misma sentencia,  se prohibió la comunicación,  toda agresión por cualquier vía (telefónica y  redes sociales) y la exigencia de realizar un tratamiento psicológico que ambos terminaron abandonando.

La magistrada  aclaró que a principios del año pasado tomaron conocimiento del embarazo de la menor y sólo habilitaron la comunicación para temas referidos a la gestación del bebé. 

“Después de ese proceso, no hubo ninguna presentación que hablara de que Pamela seguía siendo víctima de violencia por parte de su exnovio”, concluyó.