Héctor López tenía 25 años y el lunes pasado, después de estar desaparecido durante casi una semana, fue encontrado muerto con sus manos amputadas, semienterrado y cubierto con cal en un descampado conocido como "El Doradillo", en las afueras de Puerto Madryn. Después del macabro hallazgo, la fiscal que investiga el caso, Silvana Salazar, dijo que se trataba de una muerte con "todos los condimentos del narcotráfico".

Sin embargo, la historia estaba lejos de terminar con ese crimen. En paralelo, la policía de Chubut venía buscando intensamente a Federico Lomeña, un joven de 27 años y amigo de López, de quien no se sabía nada desde el 21 de noviembre pasado, aunque menos de 24 horas la situación dio un giro inesperado y se vieron los primeros avances en la investigación. El cuerpo de Lomeña fue hallado en inmediaciones de una playa: estaba también enterrado aunque cubierto con bolsas.

"Habría sido asesinado el 5 de diciembre pasado", reveló la fiscal Salazar. Según los datos preliminares de la autopsia, la víctima fue apuñalada varias veces y la Justicia reiteró que la hipótesis más certera es, de nuevo, un ajuste de cuentas narco.

A las dos muertes se le agregan otros dos hechos que abonan al misterio. El miércoles de la semana pasada fue encontrado muerto en su casa, Nicolás Cerrudo, un joven de 21 años que el día anterior había declarado en la causa por la desaparición de López. En su domicilio del sur de Madryn dejó una carta en la que declaró el suicidio y pidió que su familia sea preservada. "Esto pasa por jugar con fuego", dijo en el escrito.

La fiscalía envió la carta a un perito caligráfico para determinar si efectivamente Cerrudo -integrante del círculo cercano a López- fue quien la escribió, ya que de la autopsia surgió un dato estremecedor: el joven presentaba signos de tortura en los genitales y se sospecha que pudo haber estado sometido a una sesión de tormentos. De comprobarse lo que las sospechas de los investigadores indican, se trataría de un tercer homicidio.

La fiscal detalló que los tres jóvenes muertos "formaban parte del mismo grupo de pertenencia" y viajaban habitualmente al gran Buenos Aires a buscar ropa para revender en Chubut.

En la misma serie de procedimientos, la policía logró también la detención de A.S., G.C., G.E., y B.B, señalados como los autores de los dos crímenes. El último es un menor de 16 años que había declarado en calidad de testigo protegido pero que después de un tiempo se quebró y confesó la verdad. De hecho, fue él quien aportó los datos sobre la ubicación del cadáver de López.

Los fiscales Salazar y Jorge Bugueño formularán la imputación contra ellos por el delito de "doble homicidio agravado" durante una audiencia que se realizará  hoy ante la jueza Stella Eizmendi. Todo indica que los fiscales pedirán la prisión preventiva de los cuatro sospechosos. Asimismo, la justicia de Chubut informó que como el caso estaría vinculado a la comercialización de estupefacientes, la Fiscalía envió parte de la causa al fuero federal.

A las tres muertes se le suma un nuevo elemento que acrecienta el misterio. Se trata de un cuarto hombre, de 30 años e identificado como Gastón León, que está desaparecido desde el 24 de mayo pasado. Desde el momento de que se le perdió el rastro, el fiscal Daniel Báez explicó que toda la investigación que rodea a su desaparición apunta también al tráfico de drogas.

La provincia ofrece una recompensa para quien aporte datos y si bien no se pudo establecer que el hombre tenía alguna relación de amistad con alguno de los jóvenes muertos, sí se pudo establecer que León era conocido de Héctor López. Por su desaparición aún no hay pistas concretas ni detenidos, aunque con las nuevas muertes, las sospechas crecen.