”Estoy dolido. En 15 minutos me quedé sin nada. La ropa que traigo puesta me la dieron los vecinos porque se nos quemó todo”. El testimonio es de Federico Peralta, un obrero de la construcción que en los primeros minutos de ayer se quedó sin nada junto a su pareja por un incendio en su casa en Santa Rosa, 25 de Mayo. El damnificado explicó que prendió un caloventor para calefaccionar el living, pero el aparato tuvo un desperfecto, se quemó y el fuego alcanzó un mueble. A pesar de que el obrero quiso extinguirlo, las llamas ganaron intensidad y se propagaron por la vivienda. Ni el esfuerzo de una treintena de vecinos ni el de los bomberos del cuartel de Rawson evitó que el siniestro arrasara con todas las pertenencias de la pareja y dejaran el inmueble con importantes daños.

El siniestro, que fue extinguido tras 3 horas, arrasó con muebles, aparatos, ropa y hasta mercadería. 

Todo ocurrió en la casa que habita Peralta y su pareja, Cintia Ávila, en calle Aberastain, entre Sarmiento y Rawson. La pareja tiene la cocina en la parte trasera de la vivienda y antes de ir a cenar, Federico dejó encendido un caloventor en el living. “Lo dejé para que calentara el ambiente y nos fuimos a comer. Ni nos dimos cuenta que se estaba quemando”, comentó el muchacho, aún angustiado.

Mientras la pareja cenaba, el caloventor tuvo un desperfecto y el fuego llegó a un sillón. “Cuando fui al living, el cable del caloventor estaba derretido y había fuego. Le tiré una colcha encima para sofocarlo, pero no se apagó”, dijo Peralta. En minutos, las llamas alcanzaron la mesa y las sillas y el techo de cañas y palos. Así, el fuego llegó a dos dormitorios y el baño, destruyendo todas las pertenencias de los damnificados. 

“Encima que se quemó todo, el calor y el hollín arruinaron la heladera y otras cosas que teníamos en la cocina. Agradezco a los vecinos por la ayuda que nos dieron”, finalizó el obrero.