Un hombre ebrio protagonizó un hecho insólito: se metió a robar una casa y pudo sustraer una bicicleta que cargó unos metros y arrastró otros tantos. Hasta que lo sorprendió la Policía y, en la desesperación, la montó y empezó a pedalear sin avanzar ni un centímetro, pues ¡era una bicicleta fija! Ocurrió en la localidad de Catriel, en Río Negro.