Una seguidilla de robos de cables de telefonía, con el consecuente trastorno a los clientes y el perjuicio económico para la empresa, terminó con una acertada solución que hoy promete convertirse en el 'cuco' de los ladrones. Es que luego de varias denuncias con ataques en los cableados en Albardón, Chimbas, Rivadavia, Rawson y Capital, altos jefes policiales y ejecutivos de la firma prestadora del servicio, acordaron una estrategia que en los últimos días llevó a capturar a unos 10 sospechosos, prácticamente 'in fraganti', y el secuestro de los precarios elementos que utilizaban para robar, indicaron fuentes policiales.

La solución fue conjunta e incluyó un monitoreo electrónico las 24 horas del día por parte de Telefónica y el aviso inmediato a la Policía cuando se detectaba la zona de ataque. Así, en instantes, arribaban patrulleros con efectivos y se llegó a la detención de 10 sospechosos (incluidos una mujer y un menor de 17 años), precisaron.