El lugar. El hecho delictivo tuvo lugar en esta vivienda de una zona residencial de Rivadavia, muy cerca de Libertador y Rastreador Calívar. Ningún vecino vio a los ladrones.

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A los vecinos les extrañó ver el portón abierto de esa casa y que los perros anduvieran sueltos por el callejón, más siendo de noche y sabiendo que los dueños estaban de viaje en el exterior. Es así que llamaron a la empleada de esa vivienda para contarle sobre la curiosa situación. Más tarde, fue esa señora la que se encontró con la novedad en el domicilio: no estaba el auto, faltaban dos armas de fuego, una netbook y los 50.000 pesos que los propietarios tenían en su dormitorio, indicaron fuentes policiales.


El robo tipo ‘escruche’ fue denunciado en los primeros minutos de ayer después de que Ceferina Gil, la empleada doméstica, y una sobrina de los dueños de casa confirmaran el robo en ese domicilio del pasaje Costin, en una zona residencial cerca de Av Libertador y a una cuadra de calle Rastreador Calívar, Rivadavia, según fuentes del caso. La propiedad es de una abogada de apellido Jaled, quien esta de vacaciones en EEUU junto a su marido, explicaron en la Policía.


La empleada había estado en la casa hasta las 11.30 del viernes. Como en las horas posteriores no hubo nadie, los ladrones aprovecharon para entrar a robar. Según fuentes del caso, la alarma no estaba activada, de modo que los delincuentes aparentemente saltaron la pared del frente, ingresaron a la propiedad y violentaron una puerta. Fueron puntualmente a un dormitorio, de donde sustrajeron 50.000 pesos, según datos policiales. De otro lugar robaron una netbook, una pistola 9 milímetros y un rifle calibre 22, señalaron. De paso, tomaron las llaves del Peugeot 308 de los dueños de casa y escaparon en el vehículo. El rodado, de color blanco, hasta anoche era buscado por la Policía. 


El ‘escruche’ pasó desapercibido para la gente de esa coqueta zona de Rivadavia. A eso de las 23 del viernes, a un vecino de allí le llamó la atención que el portón de la casa de los Jaled estuviese abierto y que los perros anduvieran sueltos por el callejón. Por eso llamó a la empleada.