"Eso vas a almorzar", interrogó un vecino a Juan Miguel "El Chonga" Fernández (42), cuando volvía a su casa con un poco de mortadela. "No, es para el desayuno, me voy a almorzar a La Bebida (Rivadavia)", respondió el jornalero, mientras enfilaba a la casa de su abuela Rosalía, la anciana con la que vivía en el barrio Quinto Cuartel, en Pocito, desde que se había separado. Y cumplió su plan, porque partió en su moto Motomel 150cc y pasó el día con sus amigos, pero un par de kilómetros antes de llegar a su domicilio, ya de vuelta, perdió el control del rodado y se estrelló contra un eucalipto. Tan fuerte resultó ese choque, que el árbol terminó con parte de su corteza arrancada literalmente, la moto con todo el frente destruido y, lo peor, Fernández a un costado del asfalto, sin ninguna chance de supervivencia.

Ocurrió alrededor de las 00.30 de ayer sobre calle Chacabuco (más conocida como Costa Canal), unos 100 metros al Sur del cruce con Calle 6, en Pocito.

Fernández transitaba hacia el Sur y en la Policía no descartaban ayer que la consecuencia letal de ese siniestro haya sido culpa del propio conductor, pues suponían que pudo haber conducido en estado de ebriedad y quizá sin casco, dijeron fuentes policiales. El caso es investigado en la subcomisaría del barrio Ansilta, apostada en Rawson.

El hombre fallecido era jornalero, padre de cuatro chicos de entre 25 y 6 años, y abuelo de dos nietos. Ayer era recordado con una mezcla de alegría y dolor por sus familiares. "Era muy callado pero muy sociable, tenía amigos por todos lados", dijo uno de sus primos.

Había jugado al fútbol como marcador de punta en el club Federico Picón, con el que incluso salió campeón como técnico de la Cuarta división.

La que no disimulaba la gran pérdida, era su abuela Rosalía: "se murió mi niño, ahora no voy a tener con quien conversar", alcanzó a decir, con las palabras entrecortadas por las lágrimas.