Una anciana de 83 años recibió una paliza al ser asaltada por tres sujetos que lograron ingresar a su vivienda de la localidad de Villa Madero, simulando ser operarios de una empresa de gas. Antes de sustraerle una suma de dinero, objetos de valor y otras pertenencias, la mujer recibió trompadas y patadas que le causaron heridas de gravedad en el rostro, las costillas y los brazos.

Según trascendió, los ladrones habrían cometido el hecho con un dato erróneo sobre que la dueña de casa guardaba euros de una jubilación que recibiría desde Italia.

El hecho se registró en pleno mediodía, cuando el pasado jueves, los hombres jóvenes llegaron al domicilio de la calle Talcahuano, casi avenida Boulogne Sur Mer, de esa zona del partido de La Matanza, con la excusa de revisar una conexión del medidor de gas natural. Una vez que entraron comenzaron a golpear a la octogenaria, la empujaron, le pegaron en la cara y hasta la ataron de pies y manos, mientras la amenazaban para que revelara donde guardaba “toda la plata”.

De acuerdo a lo indicado por el sitio El1Digital, los presuntos gasistas atacaron a la anciana, que no opuso resistencia, pero al no encontrar esa suma en moneda extranjera que pretendían robar actuaron de manera muy violenta.

“Le pegaron una piña en el rostro y en las costillas’, contó una vecina, quien agregó que “eran tres personas o lacras que, en primer lugar, hicieron como que le revisaban el calefón. Después, uno le tapó la boca y otro la tomó de los brazos. La llevaron a uno de los dormitorios, la ataron de pies y manos y también, le encintaron la boca”.

Esta mujer fue quien auxilió a la jubilada y al dar más detalles sobre lo sucedido, precisó: “Tiraron todo al piso y revolvieron hasta las alacenas. Después la llevaron a su pieza y le pegaron hasta lastimarla” y según se supo, al escapar lo hicieron en un auto donde los esperaban dos cómplices que habrían oficiado como “campanas”.

Un dato que llamó la atención de los investigadores del caso es que los tres integrantes de esta banda “vestían ropas de operarios y portaban planillas, llegaron al lugar con nombre completo y hasta el DNI de la anciana. Además, conocían el número del medidor”.

Tras la agresión, la octogenaria fue atendida por personal médico, pero no fue necesario su traslado a un centro asistencial.

Fuente: Popular