Elizabeth Muñoz (34) tiene casa propia pero su madre le presta una pieza para poder estar con sus hijos. Aunque suene un disparate esta situación es porque su expareja, quien tiene denuncias por violencia de género, le cambió las cerraduras de la vivienda y la dejó literalmente en la calle y con lo puesto.

La mujer comenzó una relación con Ariel Bustos (42) en el 2008. En un principio, como toda historia de amor, fue color de rosas pero cuando decidieron irse a vivir juntos, cambió. Muñoz explicó que en los primeros días de convivencia recibió una cachetada y desde ahí no paró.

Elizabeth no estaba sola. Conoció a Bustos teniendo un pequeño de 3 años y en aquel entonces, decidió darle una familia pero sin pensar en el calvario que viviría. Creyendo que todo iba a mejorar, se quedó embarazada de él y tuvo una nena en el 2013. Sin embargo, sostuvo que su pareja no quiso reconocerla y fue ella la que le colocó el apellido.

Ambos junto al niño de Elizabeth estaban anotados en el IPV para recibir una casa. La alegría llegó cuando en el 2017 salieron sorteados y les entregaron la vivienda en el barrio Valle Grande, en Rawson. Bustos se puso como titular y a ella como co-titular, según lo que relató.

Desde ese momento, el calor del hogar se transformó en un infierno. Muñoz cuenta que él le escondió todos los papeles de la casa y hasta la documentación de la niña porque la intención de la mujer era anotarla en el grupo familiar del IPV pero él se resistía.

"Él tiene otros dos hijos e hizo todo lo imposible para sacarme de la casa y meter a sus hijos", expresó.

Elizabeth indicó que en noviembre del 2017 realizó la primera denuncia contra Ariel Bustos por violencia de género y sin recibir ayuda, regresó al hogar con el miedo de que su pareja volviera a lastimarla. "Un día de agosto del 2018, salí de trabajar y me encontré con todas las cerraduras de la casa cambiadas. Mis hijos se quedaban con mi mamá porque él no los quería cuidar. Ese día me dejó en la calle. Se quedó hasta con la camita de la nena", expresó con indignación.

La madre de la mujer le dio un espacio en su casa, en una pieza que tiene en el fondo que justamente tenía para alquilar. "Nunca me devolvió nada y ahora él vive con sus hijos de 16 y 21 años mientras que yo estoy en un lugar prestado", detalló.

Pero los dramas no terminaron allí. "No me deja en paz. Yo quiero mi casa y él me sigue al trabajo, me encuentra en la parada de colectivo  y me amenaza. Se aparece en la puerta de mi mamá diciendo que si me ve con otro 'macho' me va a matar", lamentó.

En febrero del 2020, Elizabeth radicó una nueva denuncia por las hostigaciones que recibía y porque junto a su hijo de 21 años le pegaron cuando fue a reclamarle la casa. "Yo tuve que dejar de trabajar porque tenía miedo que me hiciera algo en la calle", amplió.

"Todas las denuncias y la perimetral que tiene las presenté en el IPV porque necesito que lo saquen de mi casa. No hacen nada. Siento que no me escuchan", enfatizó.

En julio del 2020, Elizabeth se enteró por los medios que Ariel Bustos fue denunciado por su novia por violencia de género pero "quedó en la nada". "Me han dicho que para que salga del domicilio tiene que haber una orden del juez. Mi causa la lleva el 1er Juzgado de Familia y durante la pandemia me respondieron que no lo podían expulsar del hogar por la cuarentena pero yo sí puedo estar sin casa junto a mis hijos", dijo con indignación.

Elizabeth asegura que lo único que quiere es que su expareja le devuelva lo que es de ella junto a sus hijos. "Quiero vivir en mi casa con mis hijos. Que me regrese mi casa", cerró.