Una anciana fue víctima de una estafa telefónica, pese a que cuando recibió el llamado se encontraba en su casa con una vecina que le advirtió que tuviera cuidado porque muy probablemente se trataba de un engaño. Pero con mucha habilidad los estafadores lograron que creyera el cuento y le sacaron 8.000 dólares, que al cambio del dólar solidario de ayer era más de un millón de pesos ($1.313.500).

La víctima fue una mujer llamada Olga Pons (78), con domicilio en el Barrio Stotac de Rivadavia. Según fuentes policiales, durante la tarde del martes le llamó a su casa la "contadora" de un banco, que le dijo que estaba junto a su hija. Pons vive con su marido pero a esa hora el hombre había salido. Sin embargo no estaba sola, porque la vecina de al lado justo había ido a llevarle un papel y escuchó la conversación. La recomendación de inmediato fue que cortara la llamada, pero la víctima no pensó que era un engaño y decidió seguir las instrucciones de esa voz femenina que, para que el cuento pareciera más creíble, le dijo que estaba con ella su hija y que podía pasarle. Entonces otra voz, con tono desesperado, le manifestó que hiciera caso y que entregara todos los dólares a un contador que iba a pasar por su casa, porque necesitaban con urgencia cambiarlos porque iba a haber una gran devaluación. Pons dudó e incluso les dijo que esa voz no parecía a la de su hija. Que el doble barbijo por el coronavirus le complicaba hablar fue la excusa. Y para ganar tiempo hasta que el otro integrante de la banda llegara a la vivienda (si corta se les puede caer el cuento porque la víctima puede llamar a otra persona para corroborar), le pidieron que les dictara la numeración de los billetes, indicaron en la Fuerza.

Los hijos de la víctima decidieron llevársela de su casa, por la crisis nerviosa que sufrió

Al rato se presentó el "contador", quien le recibió los dólares y huyó. Se movilizaba en un auto negro, de tamaño chico, con vidrios polarizados, según el testimonio que brindó a los investigadores Pons, que no pudo especificar la marca. Los pesquisas recorrieron el barrio en busca de pistas, como movimientos raros en los últimos días. Y también se llevaron los videos que capturaron las cámaras de seguridad de una vivienda cercana, pero dijeron que mucho no se ve. Defraudaciones y Estafas es la división policial encargada de resolver estos casos.

"Vinieron sus hijos y se la llevaron porque por todo lo que pasó estaba con una gran crisis de nervios", dijo ayer un vecino, en referencia a la víctima. "Ella no tiene ningún problema de salud ni mental, está lúcida pero igual cayó", agregó.