Jeissy Espinoza (31) recuerda que se fue a su casa como a las 2 y que en el kiosco abierto todo el tiempo que está pegado a su comercio situado en Mendoza 635 Sur, (frente al Sanatorio Almirante Brown, Capital), habían tres sujetos. Y que como a las 7 otro comerciante vecino la llamó para avisarle que la puerta de su local estaba sin candado. Mientras su pareja Luis Daniel Secorato (25) enfilaba al lugar en moto con su padre, le pidieron a un empleado que vive cerca ir a ver y ese joven les constató la anomalía. Cuando llegaron, los peores presentimientos se cumplieron: por primera vez desde los 2 años que trabajan en el lugar, se habían metido a robarles.

"Se llevaron todos los cigarrillos, cerca de 200 pesos de la caja y la máquina de cortar fiambre, que es muy pesada y por eso pienso que entraron por lo menos dos. En total perdimos unos 10.000 pesos. Para mí es muy raro, todavía no me explico cómo nadie vio ni escuchó nada porque rompieron el candado y debieron hacer un ruido tremendo con la puerta de chapa, porque hay que levantarla y arrastrarla y siempre hace ruido. Pero bueno, no le puedo echar la culpa a nadie", dijo ayer la joven comerciante.