Mucha sangre perdió Julián Gaggi por la herida en la cabeza que le provocaron al golpearlo con un hierro.

Julián Gaggi (27) veía televisión junto a su pequeña hija de 3 años mientras su pareja le preparaba algo de cenar a la criatura. Faltaban unos 20 minutos para las diez de la noche del lunes, cuando esa cotidiana escena doméstica se vio interrumpida con violencia. "Qué pasa", alcanzó a decir la joven y cuando Julián giró para ver (estaba de espaldas a la puerta), ya tenía a un sujeto encima. Forcejeó, pero esos iniciales intentos de resistir terminaron enseguida, cuando otro delincuente le asestó un fuerte golpe con un hierro (un prolongador para llave tubo) que le partió el cuero cabelludo y lo dejó al borde del desmayo. Desde ese momento, a pesar del llanto y los gritos de su mujer y la nena, todo se simplificó para los ladrones (cuatro en total), uno de los cuales se encargaba de calmar los ánimos del que portaba el hierro, quien entre amenazas de muerte quería seguir golpeando al dueño de casa y cada tanto les asestaba cachetazos en la cabeza. "Danos la plata, dónde tenés la plata", exigieron. Julián entonces les señaló una pequeña caja de cartón sobre la mesa, en la que tenía unos $30.000, parte de una recaudación del día. Pero los delincuentes se pusieron a revolver todo y tuvieron un golpe de suerte, que tal vez no esperaban: cuando manotearon otra caja de cartón más grande ubicada sobre un mueble, los billetes se desparramaron por la cocina comedor. Eran otros $700.000 de recaudaciones previas que el joven pretendía rendir ayer. Huyeron, dejando a la mujer maniatada con un cable y, a él, atado de pies y manos con un cable y un cordón de zapatillas.

Todo pasó en una casa que hace un par de años le prestan a la joven pareja en calle Santa María de Oro, metros al Sur de Roque Sáenz Peña, en Santa Lucía. En la misma propiedad, atrás, el dueño alquila un galpón para un taller metalúrgico en el que los ladrones también se metieron a robar, luego de romper una tela metálica en el fondo.

Efectivos de la seccional 5ta recababan ayer datos de las víctimas para poder esclarecer el violento asalto.

Ayer, Gaggi estaba convencido de que esos cuatro sujetos tuvieron un golpe de suerte y que lo atacaron sin saber que tenía ese dinero.

"Yo creo que primero se metieron a robar en el taller metalúrgico que el dueño alquila acá en el fondo. De allí sacaron ese alargue de llave tubo con el que me golpearon, porque si sabían que yo tenía esa plata se venían directo. Ahora me voy a tener que ir de acá, porque no tengo plata para poner más seguridad y porque voy a tener que trabajar como un año gratis para poder devolver lo que me robaron", dijo el joven.

Según Gaggi, desde marzo del año pasado trabaja para una distribuidora mayorista de mercaderías. Afectado por una hernia de disco, utiliza dos vehículos para el reparto y también se encarga de los cobros, que luego rinde al dueño de la firma que lo emplea.

Ayer, efectivos de la seccional 5ta buscaban pistas y recababan evidencia, como las herramientas y aparatos del taller metalúrgico que los delincuentes sustrajeron y abandonaron a uno y otro lado de la tela metálica que rompieron. Al parecer, tomaron esa decisión luego de dar con semejante botín en dinero.