La familia del joven supuestamente golpeado por dos policías en Angaco cargó contra los uniformados, aseguró que "lo deformaron entero" y que actualmente atraviesa una dramática situación en el calabozo donde se encuentra preso, pues "se la pasa llorando" y ya tuvo un ataque de convulsiones "a raíz de lo que le hicieron".

Por la presunta golpiza a Lucas Adrián Cuello Martínez (30), el agente Marcos Diez y el cabo Martín Peñaloza son investigados por la UFI de Delitos Especiales. El pasado lunes el fiscal Renato Roca formalizó la acusación contra ellos por los supuestos apremios ilegales. Y ese mismo día el juez de Garantías Matías Parrón los excarceló, luego de escuchar la versión que brindaron: que Cuello se autoagredió golpeándose contra el piso y la pared del calabozo.

El relato del padre del denunciante los contradice. "Lo han deformado, la cara, las manos... Le han dejado un derrame en un ojo. Agárrenlo y métanlo preso, ¿pero para qué le pegan? ¿Con qué necesidad lo desfiguran totalmente? Le han dejado los ojos hinchados, morados, se han ensañado. Y eso que él me dijo que no les hizo nada", se quejó ayer Luis Cuello, el padre.

El pasado 3 de mayo, el joven fue condenado por el juez Diego Sanz a 3 meses de prisión efectiva por el delito de desobediencia a una orden judicial, luego de que su expareja denunciara que se acercó a su casa de Rawson los días 15 y 16 de febrero último, a pesar de que tenía una medida perimetral que le prohibía el acercamiento. Esa pena la está cumpliendo en la comisaría 18va de Albardón "donde lo atienden muy bien, pero igual la está pasando muy mal", afirmó el hombre. Y agregó: "Se pone a llorar todo el día, psicológicamente está muy mal y tiene convulsiones, lo han tenido que medicar. Él estaba bien, estaba trabajando conmigo en la peluquería canina que tengo en mi casa. Venía, me ayudaba, pero ahora está arruinado".

La presunta golpiza de los policías ocurrió durante la madrugada del 1 de este mes. Un uniformado motorizado lo entrevistó en inmediaciones de la plaza de Angaco cuando salió a comprar, supuestamente porque no llevaba barbijo, según la versión familiar. Como le saltó el pedido de captura por la denuncia de su ex, lo dejaron detenido en la comisaría 20ma, donde ocurrió el supuesto ataque. Cuello fue hospitalizado unas 12 horas después, luego de que lo revisara el médico legista. El denunciante además dijo que los policías lo despertaron con un baldazo de agua helada y que mientras lo golpeaban se le burlaban diciendo: "Mirá cómo se autoagrede". "A mí me deprimió totalmente, me la pasé llorando", cerró el padre.