Unidos. Víctor Sillero (87) y su esposa Florencia Bustos (86) armaron una familia y se mantuvieron unidos hasta el trágico final de sus días.


Casi un mes después del violento ataque a golpes contra dos ancianos en su casa del barrio Rawson, en el departamento homónimo, el caso acabó con el peor de los resultados: un doble crimen. El jueves pasado había fallecido el quiropráctico Víctor Sillero (87) y ayer a las 18.30, su esposa, Florencia Bustos (86), dijeron fuentes policiales. Ambos habían quedado internados tras la brutal paliza que recibieron: él en el ingreso a su casa en la calle Güemes 327 Oeste, ella en su cama. Y justamente esta circunstancia de que la mujer fuera atacada mientras dormía la siesta haría que el o los responsables de matarla enfrenten una investigación por homicidio agravado, un delito que se castiga con perpetua.

Esa hipótesis existe, porque se supone que la mujer fue golpeada sin tener la posibilidad de defenderse porque dormía. De ahí que el crimen pueda considerarse agravado por la alevosía.
El hecho había ocurrido sobre las 16 del 23 de mayo. Los pesquisas suponen que al menos un ladrón llegó a la casa de Sillero y lo llamó haciéndose pasar por cliente para que lo dejara entrar. Es que el anciano atendía por orden de llegada y tenía buena reputación entre su clientela.

Lo que pareció jugarle en contra, según los investigadores, es el hecho de decir que tenía dinero y demostrarlo cuando salía a la calle para realizar alguna compra: ‘Los vecinos dicen que sacaba de su bolsillo fajos de billetes para pagar cosas comunes. Ahí, de seguro que alguien escuchó sus comentarios o lo vio con el dinero en la mano’, dijo un jefe policial.

Aquel martes Sillero no tuvo chances. Recibió varios golpes en la cabeza y quedó sangrando en el ingreso a su casa. Su mujer fue atacada en su dormitorio.
Dos clientes que llegaron para hacerse atender aseguraron haber llamado y haber sido atendidos por un sujeto que les dijo que Sillero ya salía, que se había roto un caño. Luego salió, se cubrió el rostro y se fue al menos con el dinero de la billetera de la víctima. Los policías son optimistas, pero anoche no había detenidos.