El juez federal Leopoldo Rago Gallo ordenó detener a los cuatro sospechosos de participar en la sustracción de una beba hace 20 años.

El juez federal Leopoldo Rago Gallo ordenó ayer detener a cuatro personas sospechadas en la sustracción y la supresión de identidad de la hija de Vanesa Sánchez, cometida hace 20 años. La hipótesis es que un médico hizo de nexo entre Sánchez y Rosa Agüero, la mujer que crió como suya a esa beba, dijeron fuentes judiciales. Agüero es una de las detenidas (las otras serían parientes suyas). Una prueba clave fue el examen de ADN positivo sobre la maternidad de Sánchez con Silvina Agüero, la niña a la que su mamá biológica registró como Micaela Guadalupe. Justamente esa partida de nacimiento y otras dos actas firmadas por el médico Celestino Elías fueron elementales para impulsar la denuncia de Sánchez. Al profesional se le atribuye haber hecho pasar por muerta a la beba con un certificado de defunción. Y a la vez, haber firmado otra de nacimiento con la misma criatura, indicaron.

El caso había sido denunciado por Sánchez en octubre pasado, cuando se convenció de que la hija de Agüero no podía ser otra que la suya.

Ambas mujeres se conocieron a través del médico, cuando Sánchez estaba en la calle y embarazada, y el profesional "le ofreció" irse a vivir con Agüero. Hasta que nació la beba, un día salió a buscar trabajo y al volver, luego de mucho insistir, le dijeron que había muerto.