Temerosos. Dos de las víctimas contaron brevemente cómo fue el atraco. Eso sí, no quisieron hablar de cifras, pero fuentes policiales revelaron el monto sustraído.

Un ladrón solitario irrumpió a una distribuidora de Concepción y dio un golpe con un importante botín: se alzó con 500.000 pesos en efectivo. Para concretar el atraco redujo a tres empleados, a los que golpeó y después dejó maniatados. Hasta les tapó la boca con cinta para que no gritaran.

El atraco tuvo como blanco la distribuidora Gino SRL (ex Nobleza Piccardo) en calle Mendoza al 451 Norte, entre Chile y Maipú, en Concepción, Capital. Todo hace sospechar que el asalto fue bien planeado. El ladrón sabía que la firma ya no contaba con custodia privada en la puerta, como lo hacía antes. Eligió el sábado a la tarde para cometer el atraco, un día especial porque podía encontrarse (tal como ocurrió) con la recaudación de la semana. Y también, evidentemente, tenía el dato sobre a qué hora salían los empleados.

Y es que, según la versión de los empleados y la Policía, el ladrón estaba esperando afuera. Alrededor de las 17, cuando el encargado de la administración abrió el portón para marcharse, el desconocido le pegó una trompada y lo metió de nuevo al predio, relataron. En eso que el encargado de la distribución y su ayudante apagaban las luces de las oficinas para retirarse, vieron entrar violentamente al asaltante, que venía armado y traía a los empujones al administrativo. Ambos fueron obligados a arrojarse al piso, lo mismo que la otra víctima. El ladrón les pegó unos golpes de puño y algunas patadas para intimidarlos y después les ató las manos y les puso cinta scotch en la boca. El resto fue fácil, el desconocido fue a una caja donde estaba la recaudación y tomó los fajos, que eran alrededor de 500.000 pesos, confirmó la Policía.