Al menos 6.000 pares de zapatillas fueron incautados ayer por policías de Leyes Especiales de la Brigada de Investigaciones. Y anoche la principal sospecha era que la valiosa carga de calzado pudo ser robada por piratas del asfalto (el rumor más fuerte apuntaba a Córdoba) y enviada en un camión Mercedes Benz con acoplado a un conocido comerciante de Capital, que desde ayer quedó en la mira, precisaron fuentes de la investigación.

El caso se descubrió durante la siesta, cuando los investigadores constataron la veracidad del dato que les habían dado sobre la existencia de un camión con una carga bastante sospechosa. Por esa versión se trasladaron hasta el departamento Pocito, donde encontraron el vehículo con su carga y un primer punto que no cerraba: la alusión en el remito a que trasladaba suelas de zapatillas.

El problema surgió cuando revisaron el cargamento y ahí descubrieron que lo que estaba debajo de las carpas no eran suelas, sino miles de pares completos de zapatillas. Luego llevaron el camión hasta la planta verificadora para ver si tenía alguna otra irregularidad, pero el vehículo estaba en regla, dijeron.

Ante esa primera anomalía del remito, el chofer reconoció que sólo fue contratado para traer la carga, pero anoche el titular del Tercer Juzgado de Instrucción, Guillermo Adárvez, esperaba el avance de la investigación para determinar si el camionero tuvo o no alguna otra vinculación con el sospechoso caso.

La hipótesis más fuerte de la Policía anoche era que la carga podía provenir de Córdoba, porque supuestamente en esa provincia se produjo, la semana pasada, un golpe de los piratas del asfalto, es decir robos contra camioneros cometidos por bandas a mano armada en plena ruta.

Sin embargo, esa versión en primera instancia parecía no ser confirmada desde la Policía cordobesa -dijeron- y por eso los pesquisas encaraban ayer un cruce de comunicaciones telefónicas con otras provincias para determinar si el cargamento es realmente parte de una maniobra delictiva.