Dicen que el término ‘Chacal‘ se utiliza para definir a una persona que es agresiva, sanguinaria y sin escrúpulos. Y bien podría caber este apodo a un obrero rural de 42 años, de Angaco, que hizo de sus perversiones sexuales una tortura para sus tres hijas mayores a las que violó sistemáticamente desde que éstas tenían entre 10 y 17 años. Cualquier lugar, hasta en un hotel por horas o el campo, y cualquier hora del día, siempre que no estuviese su mujer, servían para que este hombre las sometiera a las prácticas más denigrantes. Su morbosidad era tal que llegó a filmar con su celular a una de las adolescentes mientras la ultrajaba y esas relaciones incestuosas derivaron, además de todo el trauma, que tuviera una hija con otra de las chicas, de apenas 14 años.


Esto sucedió durante años en el hogar de una familia humilde, cuya madre salió en defensa de su marido. Él actualmente está preso. Fue detenido en mayo último por orden del juez Martín Heredia Zaldo, el mismo que lo procesó ahora por esos graves delitos contra la integridad sexual que tenían como víctimas a tres hijas, una de las cuales fue mamá producto de los abusos.


Es más, el caso se destapó cuando descubrieron que esta chica de 14 años tenía un embarazo de 7 meses de gestación. Sus padres la habían sacado de la escuela y la mantenían encerrada. Eso motivó a que su abuela y dos hermanas mayores, que ya habían abandonado la casa familiar años atrás, recurrieran a la Defensoría de Menores y se iniciara la investigación en el Cuarto Juzgado de Instrucción.


La denuncia fue un desahogó para la mayor de las chicas, que contó que su padre la ultrajó de todas las formas desde los 10 a los 17 años y que no lo denunció por ‘miedo y vergüenza’. Esta joven describió que su padre era violento, que cuando se resistía la golpeaba, que amenazaba con matarla y decía: ‘usted tiene que hacer lo que yo le diga’.


Su hermana, también mayor de edad, denunció que comenzó a ser violada desde los 11. Esta muchacha recordó, entre otras cosas, que su padre la sacaba en el auto con la excusa de ir a cargar gas y la llevaba a hoteles. Que en esos ataques sexuales la filmaba, la obligaba a que mirara al celular para grabar su rostro y posteriormente él disfrutaba observando los videos. Todo esto bajo amenazas y golpes.


La adolescente de 14 años declaró situaciones idénticas, con la diferencia que su padre tuvo una hija con ella. La perversión del sujeto llegó al extremo de que, estando embarazada, la seguía violando. La prueba de ADN confirmó la paternidad de esa criatura en un 99.99 por ciento.


A todo esto, la madre eligió quedarse con su marido. Las mismas chicas y la abuela paterna, que acompañó la denuncia, aseguraron que la mamá insistió hasta el último para que desistieran de la denuncia. El acusado, entre tanto, negó las acusaciones, pero poco le valió ante el juez Martín Heredia Zaldo, quien lo procesó y lo mandó al Penal a partir de las pruebas incontrastables en su contra.

El caso de Chimbas


El lunes último, DIARIO DE CUYO reveló otro estremecedor caso de incesto que involucra a un hombre de 69 años que abusaba de cuatro de sus hijas durante años. Este sujeto también fue procesado con prisión preventiva por el juez Martín Heredia Zaldo.
La denuncia se hizo en 2013 y el sujeto estuvo prófugo hasta abril último, cuando lo detuvieron por una falta contravencional. El acusado es un desocupado, alcohólico y violento, que aprovechaba la ausencia de su esposa para ultrajar, de forma separada, a alguna de sus hijas. Los testimonios de ellas, una de las cuales es adolescente, fueron contundentes por los detalles de las humillantes situaciones que vivían con su padre.