Un automovilista descontrolado dejó un tendal de heridos al salir a la banquina de la ruta 40, en Chimbas, y embestir de llenó al plantel de futbolistas del club Centenario Olímpico que había salido a correr el viernes a la noche. En esa carrera alocada, como si fuera una escena de una película de acción, el auto levantó por el aire a algunos jóvenes y otros fueron lanzados a los costados. Ocho de ellos terminaron en el hospital, pero increíblemente ninguno sufrió lesiones de gravedad.

El plantel de primera división, con algunos jovencitos que se sumaban al entrenamiento, abandonaron el predio club Centenario Olímpico cerca de las 22 del viernes, para correr al costado de la ruta 40 en una práctica de resistencia. Eran algo de 20 jugadores. Tomaron hacia el Sur, pero no hicieron más que unos metros que tuvieron encima a ese Renault 9. "El auto hizo un zigzag. Venía muy fuerte. Vi la cara de asustado del muchacho que manejaba. Parece que quiso volantear, derrapó al costado de la ruta y se vino hacia nosotros", contó Cristian Ferreyra.

El auto arrolló de frente al grupo de jóvenes. "Yo me dije: qué hago. Y Salté, pero me pegó con la trompa. Pasé por arriba del auto y caí en el bajo", según Ferreyra. Facundo Luluaga, su amigo, dijo "lo tenía delante y traté de saltar, pero me hizo volar como 20 metros. De ahí, no me acuerdo más". Otros tampoco recuerdan qué pasó, como Alejandro Avila, que contó que "no vi al auto. Todo se me nubló y después desperté en el hospital".

El Renault 9, conducido por el albardonero Pablo Araya (21), literalmente barrió a los futbolistas, ocho de los cuales debieron ser asistidos en el Hospital Rawson, indicaron en la Seccional 17ma. En esa lista figuran Cristian Ferreyra, Facundo Luluaga, Alejandro Avila, Juan José y Sebastián Vega, Maicol Ontiveros, Alejandro Quiroga y Nahuel Felix, todos de entre 15 y 23 años, informó la policía. Todos tenían politraumatismo, raspones y heridas cortantes. Los más comprometidos fueron Avila y Luluaga que quedaron inconcientes por los diversos golpes, y Ferreyra que le hicieron 15 puntos de sutura en su pierna derecha. Para sorpresa de todos, nadie sufrió fracturas o heridas de gravedad, aunque coincidían que pudieron haber muerto.

El conductor del coche, al que querían linchar, también fue atendido en el hospital por lesiones menores. El muchacho habría dicho en principio que se le cortó la dirección, pero las víctimas creen que se distrajo y perdió el control del rodado.