El caso se conoció en la escuela de la niña, en Chimbas, y fueron las docentes las que no dejaron pasar por alto el asunto, pues un embarazo en una nena de 12 años no era cosa menor. Denunciaron en noviembre del año pasado y enseguida saltaron a la investigación las sospechas de que esa criatura podía ser de un tal "Peronista" o "Rengo", pues en su casa habían visto a la niña varias veces. Incluso, los vecinos mencionaron lo sospechoso que resultaba haber visto a la madre de la menor en una moto nueva pues sabían de su situación de pobreza.

Al saber de esas versiones, la mujer estalló. Se indignó con las docentes cuando fue a pedir que tuvieran cuidado por el embarazo de la niña y porque en la escuela habían entrevistado a la niña sin su consentimiento. También se indignó y negó lo de la moto.

Es más, hasta aportó a la pesquisa el dato de que el embarazo era la consecuencia de la relación de su hija con chico de 14 años que su hija conoció en unos ensayos por el corso de carnaval. En el ANIVI, la niña también habló de ese chico pero allí se limitó a decir que sólo tuvo sexo una vez y no precisó siquiera cómo se llamaba ese chico. Por eso una psicóloga comprendió que la niña ocultaba algo y consideró que su relato no era verosímil, dijeron fuentes judiciales.

La investigación siguió entonces el curso fijado: la mira puesta en el tal "Peronista".

La criatura nació el 22 de enero pasado y entonces el juez del caso, Guillermo Adárvez (Tercer Juzgado de Instrucción) ordenó extraer muestras para realizar un cotejo de ADN, en caso de encontrar a ese sospechoso.

Ese estudio fue posible recién a partir de octubre pasado, cuando se supo que el supuesto "Peronista" no era otro que Miguel Angel Vargas Agüero (49), apodado además "Quique" o "Morocho".

No habían podido encontrarlo en su casa de Chimbas, pero sí en otra situada más cerca del centro: Maipú entre Caseros y Aberastain, en Capital. Cuando cayó, Vargas Agüero ya conocía lo que era la cárcel pues en su prontuario registra tres condenas: una por tentativa de robo en 2001 y otras dos más por hurto simple en 2008 y 2010, precisaron.

Tras su arresto, su situación quedó muy complicada porque el examen entre su ADN y el del nene reveló una correspondencia del 99,99 por ciento.

Por eso fue que el juez lo procesó con prisión preventiva. Ahora, las autoridades judiciales deberán analizar si la progenitora tuvo o no algo que ver con los abusos que convirtieron a su hija en una madre precoz.