Un accidente doméstico sumergió en un verdadero drama a una familia de 25 de Mayo, luego de que una pesada prensa de hierro (morsa) cayera en la cabeza de(6), el quinto de 6 hermanos. "Los médicos no sabían si iba a salir. Eso me dijeron antes de que lo operaran, que la intervención era muy riesgosa", dijo Daniela Ochoa (31), madre del pequeño, quien afortunadamente después de la operación encontró algo de paz porque "gracias a Dios salió todo bien y ahora está estable".

"Fue una desgracia con suerte. Está estable, pero la verdad la pasamos muy mal"
DANIELA OCHOA - Madre del nene

La desgracia ocurrió alrededor de las 18.30 del último domingo, en la casa de los Agüero, ubicada en la Villa Yanello, en 25 de Mayo. Lautaro se encontraba jugando en el patio delantero de la vivienda cuando de un momento a otro todo se transformó en desesperación. "Mi hijo estaba sentado en el suelo armando un volantín, estaba solo porque a él le gusta jugar así. Yo estaba cerca cuando se le cayó la máquina en la cabeza, pero no pude hacer nada para alzarlo, cuando disparé ya lo había golpeado", afirmó Daniela.

La morsa, atornillada a un banco, se encontraba a un costado del patio. La utilizan en la familia para trabajos del hogar. Lo que la mujer no se explica es cómo fue que se cayó: "Nadie la tocó y tampoco había viento, no sabemos cómo fue".

Al parecer, la pieza de hierro alcanzó a golpear al niño en la parte delantera de la cabeza, pero no lo dejó inconsciente. "Parece que no lo agarró de lleno, menos mal. Solamente lloraba y tenía sueño. La ambulancia no venía, tuve que caminar 10 cuadras con el niño alzado hasta que me vio mi hijo que justo venía en moto y me llevó hasta la salita de Santa Rosa", explicó, entre lágrimas. Allí lo revisaron y decidieron derivarlo al Servicio de Urgencias del Hospital Rawson, donde a través de estudios constataron que presentaba fractura de cráneo. "Me explicaron que se fracturó un huesito, la operación duró como 4 horas y fue para reconstruirle esa parte. Yo le dije al que operaba que estaba tranquila porque Dios estaba conmigo, gracias a él mi hijo está bien", sostuvo la mujer.

Lautaro al cierre de esta edición continuaba internado, en el sector de Terapia Intermedia. Los médicos lo tenían en observación, siguiendo de cerca cómo iba su evolución.