Dos odontólogas empezarán a ser juzgadas por un magistrado de la Unidad Conclusiva de Causas, acusadas de cometer el delito de lesiones culposas en un hecho con ribetes impresionantes: según la acusación fiscal, el 14 de septiembre de 2017, hicieron ingresar al quirófano de un centro privado de salud a un niño de 5 años para extraerle una muela, pero al cabo de casi 2 horas salieron a decirle a sus padres que la boca del chico "era un desastre" y que para "prevenir infecciones futuras", habían tenido que extraerle otras 11 piezas. Un examen posterior realizado a esos dientes, reveló que 2 debían ser extraídos, 6 estaban afectados con caries y podían ser tratados con medidas alternativas a la extracción. Y, lo más increíble, 4 de esos dientes estaban en perfecto estado, es decir sanos, sin ningún otro problema, consta en el expediente. Esa vez, en el Sanatorio Cymin, ambas profesionales se fueron sin darle el alta al niño, sin suturarle las heridas e indicándoles a sus padres que solo le suministraran un analgésico, pero sin decirles qué tipo de esa droga, la dosis y cada cuánto tiempo.

En la acusación, se resalta que las profesionales acusadas no siguieron el procedimiento de rigor, porque los padres debieron dar su consentimiento para semejante operación previo a estar informados, y eso no ocurrió. Tampoco sucedió que el niño recibiera la asistencia de un psicólogo (lo mismo que sus padres) que le ayudara a estar preparado para ese momento posterior que (según la mamá del nene y otros profesionales) fue muy perjudicial e incluyó la burla de otros niños, una baja de talla y peso, y conductas regresivas, pues los dientes son necesarios para masticar, para contener la lengua y facilitar fonética, para estimular el crecimiento del maxilar y prepararlo para la llegada de los dientes definitivos y, además, para el desarrollo vertical del rostro, entre otras funciones.

Las acusadas son María Romina Pellice (37 años) y María Gabriela Rafaela Puigdengolas (44). Su suerte será decidida por el juez Ricardo Moine, quien deberá escuchar primero la valoración de las pruebas del juicio que realizarán el fiscal del caso, Carlos Rodríguez, y los defensores de ambas imputadas, Fernando Castro y Andrés Justino Troche, informaron fuentes judiciales.

Las lesiones culposas tienen hasta 3 años pena, multa y hasta 4 años de inhabilitación.

CASO INCREÍBLE

El 4 de julio habían empezado los problemas con una de las muelas del maxilar inferior en ese nene de 5 años. Un flemón en esa pieza llevó a que incluso pasara dos días internado en un sanatorio capitalino, con antibióticos. Tras el alta, los papás del nene (no mencionados para preservar al menor) se contactaron con Pellice y tuvieron tres consultas -explicó la madre- en las que se acordó que debían extraerle una muela en un procedimiento de anestesia local que les llevaría media hora.

Según la madre del niño, la operación en quirófano era la única salida por el temor del nene, aunque Pellice también les ofreció que otro médico lo operara de las amígdalas, aunque tanto ella como su esposo resolvieron que no, que sólo sería la muela.

El 14 de septiembre de 2017, día de la operación, el niño llegó en buen estado, sin dolor ni fiebre. Según la denuncia, ese día conocieron a Puigdengolas y supieron que ella también sería parte de la operación.

En el expediente consta que los padres del nene pensaron que media hora después se irían con él, pero al cabo de 1 hora y 45 minutos terminaron completamente sorprendidos, con un frasco con 12 piezas, la escueta explicación de ambas médicas de que eso "era normal", que lo hicieron para "prevenir infecciones futuras" y que el dolor del niño cesaría con analgésicos, para luego marcharse sin darle el alta.

La ley civil exige que en cualquier caso de tratamientos invasivos, como el de múltiples extracciones dentarias, el paciente debe estar informado y debe dar su consentimiento, pues si se opone la intervención no se hace. Pero la madre del niño aseguró que nunca les informaron que era necesaria esa operación y, luego de conocer sus derechos, aseguró que si lo hubiera sabido, se hubiera opuesto.

Cuando las profesionales tuvieron que declarar en la Justicia Penal, se abstuvieron de dar su versión de los hechos. En la Justicia Civil donde enfrentan una demanda de indemnización por daños y perjuicios, alegaron que el caso del menor era tan grave que ameritaba esa salida quirúrgica, y negaron haber actuado fuera de cualquier protocolo sanitario y al margen la ley, dijeron voceros judiciales.