Una vida difícil llevaban "Antonia" Riveros (foto) y su hermana Clemira. En la imagen, la cocina. Allí, sólo usaban leña.

"Antonia" Riveros (en realidad se llamaba Rosario) iba a cumplir 91 años el próximo 1 de julio, y aún caminaba con ayuda de un bastón. Su hermana Clemira era más activa. Con 89 años, era la que los vecinos veían salir a juntar leña, para calefaccionarse, para hacer la comida. Se habían criado trabajando en la tierra a la par de su hermano Tránsito, que antes de morir (hace como 10 años) vendió la finca y les dejó la casa y algo del terreno. Los tres habían vivido solos, sin hijos, parcos en el trato, con escaso contacto con otros familiares y sus vecinos. Pero el paso de los años y los achaques propios de la edad, habían dejado más vulnerables a las hermanas, que al parecer no se alimentaban bien y ya no limpiaban ni ordenaban su casa, teñida de negro por el hollín del fuego. Las ayudaba una sobrina, Marisa Pastén, ahora impedida por la pandemia. También el empleado de una empresa de electricidad, el único al que le confiaban el dinero de su jubilación para pagar la luz y hacer compras. Y sobre todo su vecina, Mercedes Lucero, que las asistía con sus medicamentos y, como había sido comerciante, cuando la visitaba el panadero le pedía pan de más para acercárselos.

Con los años, las hermanas quedaron cercadas por la pobreza y un modo de vida poco saludable en esa casa del callejón Los Mandarinos (entre las calles 5 y 6), alrededor de un kilómetro al Oeste de Hipólito Yrigoyen, en Pocito.

Fue Mercedes la que ayer, a eso de las 14, se acercó a ver cómo estaban y al llamar no contestaron, contó su hijo Abel. Abrió la puerta de rejas, sin seguro, y tuvo que empujar la de madera, trabada con una silla por dentro, cuando descubrió a Clemira tirada en la galería, vestida pero sin zapatillas. Horrorizada, pues la mujer estaba totalmente congelada, buscó abrigarla en el acto. Cuando buscó a "Antonia", la encontró en el comedor, con ropa de cama y tirada en el piso, sin vida.

Según fuentes policiales, el médico legista aseguró que "Antonia" llevaba 48 horas de fallecida, al parecer, por una muerte no violenta, pues no tenía heridas y en la casa había unos $14.000.

El dato sobre el momento de la muerte resultó extraño porque el esposo de Mercedes, Alfonso Widmer, dijo que vio el domingo a Clemira barriendo en la parte externa de la casa. Ayer, esta mujer se encontraba fuera de peligro y ya se evaluaba derivarla a otro lugar para asistirla bien, indicaron.

El resultado de la autopsia será clave para saber cuál fue la causa de la muerte de "Antonia".