El hombre de Berazaregui descubrió las fotos por casualidad. Habían sido tomadas por A.C, de 36 años, empleada de una empresa porteña de informática, con quien tenían un hijo en común de nueve años. Eran diez imágenes en total. El hombre hizo una copia de cada una y corrió horrorizado a una comisaría a denunciarlas. La UFI N°1 de la jurisdicción del fiscal Daniel Ichazo, subrogada por la doctora Silvia Borrone, tomó el caso.

Esto fue el miércoles.

El jueves por la noche, el área de Cibercrimen de Berazategui de la Jefatura Departamental Quilmes allanó la casa de A.C y se la llevó detenida, con ordenes avaladas por el Juzgado de Garantías N°7 de la jurisdicción. También pusieron a resguardo al chico, que fue trasladado a La Plata para ser asistido por expertos de la División Investigaciones de Delitos contra la Integridad Sexual.

El chico, precisamente, es la víctima, según aseguraron fuentes del expediente: las diez fotos en el teléfono de A.C así lo indicaban. En algunas el chico estaba desnudo. Eran fotos tomadas casualmente mientras se cambiaba. Otras eran selfies tomadas por la mujer. Al nene se lo veía desnudo en esas imágenes. A su madre también, mientras lo toca. 

La imputación es aberrante: producción de pornografía infantil y abuso sexual agravado, ambos delitos en concurso real. Se secuestró ropa interior, una computadora y un disco rígido, ocho celulares, una computadora y una tablet que serán peritados.

Para el jueves a la tarde también se esperaba el comienzo de las pericias -en laboratorios del Ministerio Público- a los aparatos incautados en otro caso investigado por el fiscal Ichazo y la UFI N°1, especializada en grooming, delitos sexuales contra niños y trata de personas. Es el caso de abuso más grotesco de la historia reciente: el de G.A, maestra jardinera de varias instituciones del Estado, detenida la semana pasada por violar a su hijo y filmar los abusos en su cuarto. G.A tenía un novio, un narcotraficante detenido en un operativo de Gendarmería en Zapala, Neuquén, en un operativo del año pasado. A su novio, la maestra jardinera le envió 67 videos donde los ataques a su propio hijo se veían en forma totalmente explícita.

Su hijo, de siete años, es autista. También fue puesto a resguardo por la Justicia.

De vuelta al caso de la mujer detenida esta noche: las pericias a sus aparatos permitirán demostrar si le envió las imágenes a terceros, lo que podrá agravar su imputación con una calificación de distribución de imágenes de abuso de menores.