Despliegue. Además de los efectivos de la seccional 17ma, en el lugar trabajaron pesquisas de la sección Homicidios. Si bien creen que se accidentó solo cuando conducía ebrio, no se descarta un crimen.

Un hombre fue hallado muerto durante la mañana de ayer en Chimbas. El cuerpo estaba tirado al lado de un montículo de tierra y tenía puesto un casco, pero lo misterioso es que en el lugar no había ninguna moto, por lo que la en la Policía manejan dos hipótesis: que se accidentó solo y luego le robaron el rodado; o que delincuentes lo mataron para quedarse con su motocicleta, dijeron fuentes policiales.

La víctima se llamaba Rodolfo Esteban Vacazur, de 33 años y con domicilio en Chimbas. Tenía antecedentes por delitos contra la propiedad. Su cuerpo fue hallado a eso de las 6.30 de ayer en el Lateral Oeste de la Ruta 40, metros al Norte de calle Oro. En ese tramo está cortada la circulación de vehículos pues se está construyendo la nueva autopista y hay obreros trabajando. El cuerpo estaba tirado casi en el medio de la calle, pegado a un montículo de tierra. El que lo vio fue el sereno de una bodega cercana y de inmediato llamó a la Policía. A los minutos llegaron al lugar efectivos de la seccional 17ma y constataron que efectivamente había un hombre muerto, al que les costó identificar porque no llevaba documentación encima.

La víctima, Rodolfo Esteban Vacazur. Era padre, vivía en Chimbas y tenía 33 años. En la foto aparece con la moto, una Yamaha negra.

Los pesquisas se sorprendieron al ver que la víctima tenía un casco pero en el lugar no había ninguna moto. Rastrillaron la zona y no encontraron nada, por lo que el caso se tornó tan misterioso que decidieron comisionar a los investigadores de la sección Homicidios.

Vacazur tenía una mochila en la que llevaba envases de cerveza vacíos y chorizos. Su familia declaró que había salido de su casa el viernes por la mañana y que desde entonces no había vuelto. Supuestamente debía regresar esa misma tarde, pero recién tuvieron novedades de él cuando desde la Policía los llamaron para avisarles lo peor. Los familiares también aportaron que la moto era una Yamaha FZ 160 cc.

Una alta fuente policial dijo que si bien no descartan un crimen, la hipótesis que más fuerza cobró es la del accidente. Creen que el motociclista conducía ebrio, que perdió el control, impactó con el montículo de tierra y que al caer su suerte quedó echada para siempre. Y que luego alguien aprovechó la ocasión y se llevó la moto. Además, afirmó que el cadáver a simple vista no tenía lesiones compatibles con las de un ataque. Solamente se le podía ver sangre en la zona de la nariz y boca, al parecer, producto del golpe con el casco.

En el lugar no hay cámaras de seguridad y el que pudo haber visto algo no aportó nada. Se trata del sereno de la obra de la Ruta 40, cuya casilla está ubicada a unos 100 metros del lugar donde fue hallado el cuerpo, pero cuando lo entrevistaron en la seccional 17ma afirmó que no vio nada.

Los vecinos de la zona dijeron que es común que los motociclistas se metan por esa calle para cortar camino, sobre todo de noche, pese a que está cortada.

El cuerpo fue trasladado a la Morgue Judicial donde ayer le practicaban la autopsia. Ese informe será clave para determinar las causas de muerte.

Hasta anoche no había novedades sobre el que posiblemente se llevó la moto.