Delincuentes le amargaron la noche a una mujer que se bajó de su auto por unos minutos y cuando regresó se encontró con una ventanilla rota y el faltante de su bolso, en el que tenía unos $124.000 entre plata nacional y dólares, dijeron fuentes policiales.

El ataque ocurrió durante la noche del último jueves, alrededor de las 21.30, cuando la víctima, identificada como María Belén Ramí (39), dejó su auto Toyota Corolla estacionado en calle Córdoba, entre Avenida Rioja y Tucumán, frente al instituto de inglés Saint John"s, en Capital.

Según voceros policiales, esa misma tarde la mujer había ido a cambiar plata a una casa de cambio del centro. Ese trámite lo hizo cerca de las 18, y después siguió haciendo diligencias hasta la noche, que fue cuando llegó hasta ese lugar para bajarse a una oficina donde trabaja su pareja, explicaron en la Fuerza.

Al descender del Corolla, Ramí nunca imaginó que podía ser presa de ladrones, se confió y dejó en el interior del vehículo el bolso con el dinero.

Sólo tardó contados minutos, pero ese lapso fue suficiente para que uno o más delincuentes le rompieran la ventanilla del lado del acompañante y se hicieran propio el bolso, en el que, además de documentación, tenía 91.000 pesos, 700 dólares y un monedero con otros 1.500, suma que al cambio de ayer daba un total aproximado de $124.000, informó la Policía.

Cuando regresó, la víctima advirtió el robo y de inmediato se fue con el auto hasta la seccional 1ra, donde le tomaron la denuncia. Luego una comisión de pesquisas se acercó hasta el lugar, donde entrevistaron a los vecinos y comerciantes buscando pistas, pero lo concreto es que todos dijeron que no vieron nada.

Los investigadores además trataban de dar con alguna cámara de seguridad que pudiera haber captado el momento del ataque.

En la Policía no descartaban que alguien haya estado siguiendo a la damnificada desde que salió de la casa de cambio, pero les resultaba llamativo que el golpe haya ocurrido casi cuatro horas después, dijeron.

Los pesquisas dijeron que hasta anoche no había ningún detenido y reconocieron que la investigación pintaba difícil.